Tras el fin del estado de alarma, la Junta de Andalucía estableció que el cierre perimetral de municipios por alta incidencia de Covid se realizaría solo a partir de una tasa de 1.000 contagios por 100.000 habitantes.
Hay que recordar que, hasta entonces, las localidades quedaban confinadas al superar los 500 casos, como le ocurrió a Marbella tras las navidades.
Establecida esta normativa, la Junta tiene ahora la
patata caliente de cerrar municipios turísticos en plena temporada alta de verano, con lo que ello supondría para la actividad económica.
Por ello, desde el Gobierno autonómico
están buscando resquicios porque ya la pasada semana tuvieron que afrontar el caso de Conil (Cádiz), que no fue perimetrado pese a superar la tasa de 1.000 contagios.
Ahora se le viene encima, ahí es nada, el de Marbella, localidad que
obviamente no van a cerrar cuando está llena de turistas y con mejores previsiones para agosto.
El comité de expertos provincial se reunirá, como es habitual, mañana miércoles, cuando no es probable que Marbella haya superado todavía el millar de casos, hoy tiene 909,7 casos.
Tendría que producirse una subida muy fuerte, de 90 puntos, que en cualquier caso podría darse.
Sea
esta semana o la siguiente, tendrán que decir qué hacer y no se va a cerrar perimetralmente el municipio.
Esta mañana, el vicepresidente de la Junta,
Juan Marín, ya ha insistido en los resquicios que se van a utilizar para no cumplir su propia normativa.
Según ha dicho, los comités de alerta sanitaria de cada provincia tendrán que analizar la situación de esos
municipios costeros que aumentan de manera considerable su población y que tienen una alta tasa de contagios.
Y ha explicado que la incidencia acumulada en cada provincia, distrito sanitario o municipio también depende mucho del
nivel de población en un determinado momento, como en fechas veraniegas.
Marín ha dicho que en la Costa de Cádiz la población "se multiplica por tres", por lo que no solo se puede tomar en consideración la incidencia acumulada.
Hay que añadir
otros indicadores, ha dicho, como el personal sanitario con el que se cuenta, la disponibilidad de camas y de UCI o el porcentaje de población vacunada.
En esta misma línea ya se pronunció la alcaldesa de Marbella,
Ángeles Muñoz, la pasada semana cuando, viendo venir ya la situación, apuntó a que se tomara en cuenta que en el municipio hay ahora 300.000 habitantes, según dijo.
Hoy, en su
reaparición tras un periodo de falta de actividad pública, ha vuelto a insistir en lo mismo. Considera que se debe tener en cuenta lo que llama "población real" y que en Marbella “es muy superior al doble de la que consta en el censo”.
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