La Fiscalía de Málaga ha señalado esta mañana, durante el juicio por el secuestro y asesinato del empresario sampedreño Fernando Moreno, que entre los acusados "existía" la intención de matar desde que amenazaron a la familia con la muerte de la víctima, algo que "no era un farol" ya que además conocían la "situación desvalida y mortal" en la que dejaron al hombre, abandonado en una caseta, amordazado y atado.
El juicio que se sigue en la Sección Novena de la Audiencia de Málaga contra los seis procesados ha quedado visto para sentencia. El fiscal acusa a cinco de ellos de delitos de secuestro y asesinato, para los que pide 30 años de prisión, mientras que las acusaciones particulares de los familiares responsabilizan a todos de los hechos.
En su informe final, el ministerio público ha hablado de "acción conjunta" de los acusados y ha descrito el papel que considera asumió cada uno en el secuestro, basándose en los propios testimonios de los implicados. También ha fundamentado su planteamiento en las actuaciones policiales y forenses.
Según el fiscal, todos son coautores de secuestro y no se les puede considerar cómplices. En relación al asesinato, ha tomado como referencia las opiniones de los forenses sobre cómo ataron a un hombre de 76 años, como una "forma de tortura", e hizo hincapié en que pasaron seis horas hasta que llamaron para señalar el lugar en el que estaba y un día hasta que se pudo encontrar el cuerpo.
En su criterio, el "sofisticado mecanismo de inmovilización" tenía como fin que la víctima muriera si no se pagaba el rescate, ya que la dejaron atada con una misma cuerda en manos, pies y cuello, además de amordazada y con contusiones en la nariz que dificultaban su respiración.
Por su parte, la acusaciones particulares han señalado también que existía un "plan conjunto" y que ningún miembro del grupo estaba en segundo plano, con las funciones repartidas y la intención de dividir el dinero en partes iguales.
Las defensas han admitido la intervención en el secuestro, aunque en algunos casos solo como cómplices. Rechazan los cargos por asesinato, considerando que no había intención de matar o que, en todo caso, se trataría de un homicidio imprudente.
Ahora, el tribunal deberá dictar sentencia lo antes posible ya que a finales de este mes se cumple el límite máximo de cuatro años para la prisión provisional en la que se encuentran cinco de los seis acusados, desde 2009.
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