Jornada de Viernes Santo, protagonizada por el color negro en las calles del Casco Antiguo de Marbella. Procesión silenciosa, triste, solo alterada por los golpes de los horquilleros sobre el empedrado y por los acordes de La Legión y canciones como el Novio de la Muerte, rompiendo con su ritmo marcial el duelo por la muerte de Jesucristo.
En las calles, de nuevo mucha gente, con una gran parte que se quedó sin disfrutar de la procesión en su totalidad. La amenaza de lluvia en torno a la media noche obligó a las hermandades a variar su recorrido y reducirlo para dejarlo en un par de horas.
El Yacente entró en la Casa Hermandad del Santo Sepulcro cerca de las once de la noche, cerrando así el desfile y poniendo fin a la Pasión. Ahora, tras el Sábado Santo llegará la Resurreción y el luto se convertirá en alegría.
Con la reducción del itinerario se suprimió el paso por zonas amplias, de gran afluencia de público, como el Puente Málaga, en donde la gente permaneció para ver, al menos, pasar a La Legión. Lo mismo ocurrió también en la avenida Ramón y Cajal, por donde no se pasó.
A las 21:00 horas, la plaza del Santa Sepulcro estaba llena de gente esperando la salida del Yacente. El trono lo portaban 65 hombres vestidos con traje negro, acompañados por 50 mantillas y un centenar de nazarenos. Con ellos, las autoridades locales, cuerpos de seguridad, militares y miembros de la judicatura, además de la Banda de La Legión.
La cantante malagueña Diana Navarro, interpretando una sentida saeta a la Soledad. (Foto: J.C.A.)
Poco después, en La Encarnación, iniciaba su salida la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, la más antigua de Marbella. Con 50 hombres de trono y 300 nazarenos, a las puertas de la iglesia la esperaba la cantante Diana Navarro, que le dedicó una sentida saeta antes de emprender camino tras su Hijo muerto. Como es tradicional, una parte del itinerario la hizo a hombros de los miembros de la Hermandad de la Virgen del Carmen.
Tras llegar a la calle Arte, el recorrido se modificó para ir por Portada, Chorrón, Puente Ronda y Virgen de los Dolores, hasta enfilar por la calle Carmen hacia la parroquia de La Encarnación, donde tuvo lugar la Estación de Penitencia. Los dos tronos se encontraron frente a frente bajo el techo de la iglesia y posteriormente en la plaza.
Nuestra Señora de la Soledad se recogió ya en el templo, mientras que el Yacente inició el camino de su encierro hacia la Casa Hermandad del Santo Sepulcro, donde entró solo dos horas después de haber salido. Unos instantes más tarde comenzó a chispear y, posteriormente a llover, por lo que la decisión de acortar el itinerario fue acertada.
Destacar la decepción de mucha gente por no poder ver los tronos. La plaza del Santo Sepulcro se quedó, una vez más, muy pequeña y fue poco el público que pudo entrar, al igual que en el resto de calles estrechas. Incluso a muchas personas las retiraron en la zona de la sede del Casco Antiguo para dejar espacio a los legionarios, lo que originó algunas protestas
Así se ha cerrado la Semana de Pasión, marcada por la lluvia que, si bien solo obligó a suprimir la procesión de La Pollinica, ha afectado a buena parte del resto en forma de reducción de recorridos.
Galería de fotos del Yacente y la Soledad.
EL APUNTE DE JUAN LUIS GÁMEZ:
Viernes Santo. Dolor, muerte, expiración, Sepulcro… Sufrimiento, desolación, Soledad… Dos colores se funden en uno sólo. El negro de los hermanos del Santo Sepulcro y la Soledad, y el verde de los caballeros legionarios. Estos acompañan a su Cristo en la noche más triste del año, en el momento más oscuro de la Semana, en las horas más duras del día.
Negro y verde, verde y negro son los colores del Viernes Santo marbellí. Las túnicas negras bajo la pleita del Yacente, el terciopelo negro de la Soledad. Junto a ello, el verde legionario, con una cita ineludible en la noche. Sonidos como el propio silencio, los tambores secos, las horquillas de los portadores descalzos… y el Novio de la Muerte sonando de fondo. Es Viernes Santo en Marbella.
Luto, desconsuelo, tristeza, quebranto… pena del Hijo muerto que yace en la noche.
La Banda de La Legión, avanzando por la calle Trinidad. (Foto: J.C.A.)