- El Rosario Vespertino de este miércoles de la Virgen del Carmen de Marbella.
El Obispo de Málaga, Jesús Catalá Ibáñez, ha puesto fecha a la Coronación Canónica de la imagen de Nuestra Señora del Carmen, patrona de Marbella. El acto tendrá lugar el 26 de octubre de 2024, dentro de casi un año, por tanto. La noticia se ha conocido durante la celebración este miércoles del Rosario Vespertino por las calles de la ciudad.
En febrero de 2021, La Hermandad Virgen del Carmen puso en marcha el proceso para conseguir que su Sagrada Titular y Patrona de Marbella fuera coronada canónicamente.
Durante todo este tiempo se ha ido recorriendo, por ejemplo, con recogida de firmas de apoyo, un camino que ahora llega a su fin.
La grata noticia se ha conocido durante el Rosario Vespertino de Ánimas y Fieles Difuntos que se ha celebrado este miércoles, Día de Todos los Santos.
El Obispo ya ha aprobado la fecha para la Coronación Canónica, que tendrá lugar el sábado 26 de octubre de 2024.
La comunicación la ha realizado el párroco de la Encarnación, José Sánchez, y ha llenado de alegría todos los miembros de la cofradía y a los muchos devotos.
El Rosario Vespertino ha tenido lugar tras la santa misa de las 19:00 horas y ha recorrido calles del centro del Casco Antiguo de la ciudad.
Desde la plaza de la Iglesia se ha subido por la calle Carmen hasta Ortiz del Molinillo para subir hasta Puente de Ronda y enfilar por la calle Ancha.
Después se ha bajado por Aduar hacia la calle Peral hasta la plaza de la Victoria y la de Los Naranjos, para regresar al templo.
¿Qué es una coronación canónica?
La coronación canónica es uno de los ritos litúrgicos católicos, instituido en el siglo XVII e incorporado en el siglo XIX a la liturgia romana, usado para resaltar la devoción por una advocación mariana y consiste en la imposición de una corona o coronas al icono o imagen escogida.
Es un proceso en el que hay que demostrar que una imagen concreta recibe un culto multisecular, es decir, que esa imagen haya movido desde muchos años, e
incluso siglos atrás a los fieles a una veneración sincera.
Demostrado esto, la autoridad eclesiástica determina coronarla solemnemente, poniendo sobre su cabeza una corona. Es por tanto, una práctica especial de devoción.
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