La cofradía del Calvario recorre Marbella con nuevo grupo escultórico

A las 18:00 horas, como es habitual, en una tarde con sol y nubes, ha arrancado la procesión de la cofradía del Calvario, la primera de las dos que recorren cada Jueves Santo las calles de Marbella.

Mucha presencia de niños y niñas, como es habitual, y al toque de martillo del capataz, los 90 hombres de trono, y también alguna mujer, alzaron al Santísimo Cristo de la Exaltación y comenzaron a descender desde el monte en el que está la ermita.

Les acompañaron nazarenos con túnica negra y capirote burdeos, y la Agrupación Musical de Marbella. 

Este año había una gran novedad, ya que se estrenaba nuevo grupo escultórico, con tres romanos junto al Cristo, obra del imaginero sevillano Blasco Rivero. 


Gran expresividad en el nuevo grupo escultórico del Cristo de la Exaltación. (Foto: J.C.A.)

A continuación, María Santísima del Calvario, una Dolorosa bajo palio, la única de la ciudad con ojos claros, obra de Ricardo Dávila en 1982, que estrenaba manto y que comenzó su descenso acompañada como es habitual por miembros de la Guardia Civil. 

Los hombres de trono vestidos con túnica negra, igual que los nazarenos, que llevaban capirote turquesa. La música correspondió a la Asociación Musical La Candelaria de Pulianas.

Aunque en el cielo había algunas nubes, la previsión no era de lluvia, por lo que el desfile se inició sin problemas. Pero con el Cristo de la Exaltación ya en Jacinto Benavente y su Madre bajando la avenida del Calvario cayó un pequeño chaparrón. 

Hubo algunos momentos de duda y se resguardó el trono de la Virgen bajo los árboles que hay junto a la iglesia. Afortunadamente, la lluvia no fue intensa y solo duró unos minutos, por lo que se pudo continuar ya sin más sobresaltos. 


La Virgen del Calvario, iniciando su recorrido acompañada por la Guardia Civil. (Foto: J.C.A.)

El recorrido continuó por Jacinto Benavente, con giro por la calle Castillejos para enfilar, con una difícil maniobra, la calle Peral.

Se continuó por Puente de Ronda, para bajar por la Muralla hacia Puente de Málaga, donde se solicitó la venía en la tribuna, pasando minutos antes de que llegase a ese mismo lugar el Cristo del Amor.

Desde allí, la recogida por Ramón y Cajal, este año también con vallas haciendo más estrecho y lucido el paso del desfile, Huerta Chica y Jacinto Benavente.

Después, en la parte más dura del recorrido, cuesta arriba, hacia la ermita del Calvario, donde se produjo el encuentro y, ya a las 00:30 horas, tras seis horas y media, el encierro que, en este caso, no es tal ya que los tronos se sitúan bajo una carpa para después trasladarlos a la iglesia de La Encarnación.