José Antonio Cerván: "Estamos en Mali desarrollando un sistema de perforación de agua a bajo coste"

- Antes de comenzar, pónganos en situación.
- Estoy en Mali con una ONG de geólogos, "Geólogos sin Fronteras" que trabaja en el país para desarrollar un sistema de perforación de agua de bajo coste para obtener agua potable.

- ¿Cómo surge la posibilidad de que un marbellí acabe trabajando en África?
- Acabé la carrera, hice un máster y estuve seis meses sin encontrar trabajo ni de lo mío, ni de nada. Así que me interesé por esta oferta de trabajo, yo tenía confianza con este profesor y me dijo que podía irme de voluntario.

- Así que cogió la maleta y fuiste para Mali.
- Estuve en esa primera incursión un mes y medio trabajando como voluntario en el pueblo de Beleko, a unas cuatro horas de la capital, Bamako. Me fue muy bien en esa primera vez y me sorprendió todo gratamente. Lo que menos me gustó fue Bamako, si el trabajo finalmente hubiera sido allí creo que no volvería.

- Regresa por tanto ya con su trabajo como geólogo a Beleko.
- Sí, allí el trabajo que hacemos consiste en desarrollar un sistema de perforación de agua de bajo coste para obtener agua potable. Allí tienen los típicos pozos grandes abiertos, en los que el agua se contamina, porque se estanca y no se puede beber. Nosotros hemos adaptado un sistema de perforación que ya está perfectamente desarrollado para sudamérica. 

- ¿Por qué hay que adaptarlo a África?
- Porque los materiales geológicos son distintos y también los materiales con los que allí vas a trabajar. Tenemos que adaptarlo a los recursos que allí hay. La ONG va a trabajar con materiales de allí y lo que no haya lo tendremos que fabricar, va a ser todo manual. 

- Y una vez perfeccionado el sistema, ¿enseñan a utilizarlo a las comunidades de allí?
- Cuando esté dominado ya empezaremos a enseñárselo a la gente para que puedan tener su propio negocio de perforación de pozos baratos o iremos por las comunidades para hacerles un pozo. Nosotros lo que le dejamos es una fuente ya terminada.

- Eso supongo que les mejorará la calidad de vida.
- Les mejora mucho la calidad de vida, porque allí la gente bebe de pocos abiertos con agua contaminada y tienen muchos problemas estomacales por eso. Por ejemplo la vez anterior que estuve había un cerdo muerto en un pozo y la gente lo seguía utilizando y eso incluso puede contaminar a los pozos cercanos. Además de ue las mujeres, que son las que se encargan del agua, no tengan que hacer largas caminatas para ir a recoger el agua.

- ¿También tiene ventajas económicas para las comunidades de allí?
- En Mali hacer un pozo de este tipo como se hacen habitualmente cuesta más o menos como aquí entre 3.000 y 6.000 euros, pero allí el sueldo por jornada laboral es de unos 2,5-3 euros. Con este sistema reducimos el coste a los 500 euros, y eso sin estar todavía perfeccionado, que podría bajarlo incluso a la mitad. Por lo que si una familia no puede, una comunidad de vecinos sí que se lo podría permitir.

- Su labor allí en concreto, ¿cuál será?
-Aquí estamos dos geólogos que sabemos cómo se perfora y estaremos pendientes de que se haga todo de manera correcta. La parte física no lo haremos nosotros, porque tenemos que estar pendientes de que se perfora verticalmente, de analizar el material que sale durante la perforación, conocer la permeabilidad...

- ¿Por qué comienzan a trabajar en Mali?
- Esta ONG ya trabajaba en Mali y su fundador conocía a gente de allí y por eso se inició aquí. De momento estamos funcionando con una subvención de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo en un proyecto que durará hasta junio. Luego no sabemos si lograremos fondos para seguir expandiéndonos por África, si seguiremos en Mali...
 
- Una de las preguntas que antes llegan a la cabeza es si hay peligro por el tema de los atentados que ha habido recientemente.
- Hay peligro teórico, pero aquí en el día a día no sientes que pueda pasar nada, al menos en el pueblo. Quizás en Bamako sí que haya más sensación, porque hay más tensión ya que el país está ocupado desde hace años. Ya la primera vez que estuve aquí hubo un atentado en el que mataron a un casco azul. Pero en el pueblo saben que los pocos blancos que hay, están para trabajar y sacar el agua.

- Le ha dado tiempo a pensar: ¿cómo he acabado aquí?
- A ratos sí que piendo como me meto en esto "embolaos" pero me gusta viajar y al final esto es también poder vivir una aventura y poder ayudar a gente. En Marbella, salvo mi familia, no tengo nada que me retenga ni responsabalidades y es una buena experiencia laboral.

- ¿En Mali está trabajando todo el día o hay tiempo para el ocio?
- Las jornadas laborales son más o menos como aquí, además procuramos no parar mucho a comer, porque como te pares a comer a 36 grados, luego cuesta mucho volver a la tarea. En cuanto al ocio en general está muy limitado y más viviendo en el pueblo. Hay un bar, que no son como aquí, es un hombre que tiene una nevera en el patio de su casa. Por si acaso tengo el ordenador cargado de películas y también hago deporte, campo para correr hay el que quieras. También llevo unos libros y me estoy preparando la tesis.