No fue un concierto más el que se vivió esta pasada noche en el auditorio de la Cantera de Nagüeles. El protagonista era, nada más ni nada menos, que Joan Manuel Serrat y el momento, histórico, en su
gira de despedida.
"El vicio de cantar 1965-2022" será su último paso por los escenarios y el público de Marbella tuvo la suerte de poder presenciarlo en un repaso a su extensa carrera.
Sus letras, utilizando
versos de grandes poetas como Miguel Hernández o Antonio Machado, son ya historia de la música española.
Mezcló
más de una veintena de canciones con distintas historias, algunas personales, y otras de compromiso social, siempre con buen humor, en dos horas de concierto.
Las gradas llenas y en uno de los palcos
el actor Antonio Banderas, acompañado por su pareja, Nicole Kimpel. También acudió
Lucía Serrat, nieta del artista.
"He venido a
despedirme de ustedes personalmente, como corresponde, pero este no es mi último concierto, al menos eso espero", dijo al público en el comienzo.
"Esto es
una fiesta de despedida, una fiesta a lo grande para ustedes y para mí. Les ruego aparquemos la nostalgia y la melancolía porque a partir de ahora todo lo que tenemos es futuro", añadió.
"Dale que dale", "Mi niñez", "El carrusel del Furo", "Romance de Curro el Palmo" y "Señora" fueron los
primeros temas que interpretó.
Continuó con "No hago otra cosa que pensar en ti" y "Algo personal", para dar paso a "Las Nanas de la Cebolla", compuesta con
versos de Miguel Hernández.
"Fue un pastor de cabras, un hombre comprometido con su gente y con su tiempo, sensible y sencillo que
amaba por encima de todo la libertad y la vida, ambas cosas le fueron arrebatadas", dijo.
"Las Nanas de la Cebolla es un poema que
escribe en la cárcel, cuando recibe una carta de su mujer en la que le cuenta que en casa no hay más que pan y cebolla para comer y que tiene que dar el pecho a un niño de ocho meses".
"Recordar a Miguel Hernández y hacerlo desde la luz, a él que desapareció en la oscuridad, es un deber de España, es un deber de amor... esto lo escribió Pablo Neruda", añadió.
Antonio Banderas disfrutó del concierto de Serrat en Marbella. (Foto: Elena Parlange)
Con "Para la libertad" puso por primera vez
en pie al público, mientras el concierto iba cogiendo temperatura. Siguió con "Cançó de bressol", en catalán y castellano, y volvió a elevar el ritmo con "Hoy puede ser un gran día".
Avanzó con "Es caprichoso el azar", que cantó junto a
Úrsula Amargós, una de las componentes de la banda que le acompañó esta noche, "Tu nombre me sabe a yerba" y "Hoy por ti y mañana por mí".
Antes de interpretar en catalán "Pare" mostró su compromiso con el
medio ambiente y la preocupación por el cambio climático.
"Hoy sabemos de la necesidad de
cambiar nuestros hábitos si no queremos que nuestros hijos hereden un planeta cada vez más enfermo. Hace 50 años escribí esta canción y a pesar de todo uno ve que no se toman decisiones y que no hay prisa", dijo.
Con "Mediterráneo" volvió a estallar el auditorio, para concluir con "Aquellas pequeñas cosas" y "Cantares", con
versos de Antonio Machado.
En los bises, a petición popular, interpretó "Penélope" y "Fiesta" para
cerrar con "La Saeta", también inspirada en un poema de Machado.
La noche quedará para la historia, con el adiós de Serrat a Marbella. "Gracias por todo el cariño. Han hecho de esta noche una noche mágica, maravillosa", concluyó.