Desde IU censuran la petición considerando que "se frustran las últimas expectativas de justicia que residían en una acción de la Fiscalía en defensa de la reparación de la factura de la corrupción".
Díaz señala que “si ya la sentencia del caso Malaya nos defraudó al suponer una rebaja del 75% de las peticiones de condena realizadas por la Fiscalía, la propuesta de la eliminación de la compensación a Marbella supone una liquidación total de las esperanzas en la acción efectiva de la justicia y una traición a la reparación del saqueo al municipio".
Monterroso, por su parte, considera "inaudito" que después del "todos a la cárcel" del estallido de la Operación Malaya, pasamos al prácticamente "todos a la calle" que reflejó la sentencia y ahora la Fiscalía "remata la operación" al oponerse a la devolución directa a Marbella de todo lo robado.
Por su parte Díaz apunta que, de consumarse la petición de la Fiscalía, estaríamos ante un "fracaso del Estado de Derecho, tras quince años de gobiernos corruptos en los que ni PP ni de PSOE actuaron a su debido tiempo para frenar la sangría de la corrupción en Marbella, a pesar de las doce ocasiones que desde IU se alertó del saqueo que se estaba produciendo y la necesidad de la disolución del Ayuntamiento, algo que se vino a producir cuando era demasiado tarde".
"La sentencia ya fue insuficiente, ahora la última esperanza que residía en el recurso del fiscal también se desvanece, es indignante y se transmite un mensaje de indefensión y tolerancia ante la corrupción", añade.
Monterroso ahonda en esta idea al referirse a "un triple fracaso: el de la política, el de la judicatura y el de la sociedad. Malaya ha puesto a prueba la consistencia de un sistema político y judicial que no es capaz de controlar a tiempo de forma cautelar las fechorías de un personaje que se hace con el control político del Ayuntamiento. También pone a prueba la debilidad democrática de una sociedad que se muestra connivente con todo sellando la legitimidad en las urnas”.
Los concejales de IU consideran un "fraude que el caso Malaya, que estaba llamado ejercer de actuación ejemplarizante, lanzando un mensaje de intolerancia a la corrupción, al final vaya a cerrarse en falso sin condenas ni compensaciones justas".