IU considera que tanto los concejales como la propia alcaldesa ejercieron la "acusación permanente" a la Junta de Andalucía a propósito de todos y cada uno de los temas que se debatían, "practicando la demagogia y sin guardar relación alguna con ellos, una virulencia verbal que fue un anticipo del acoso físico a la presidenta de la Junta protagonizado por cargos públicos del PP al día siguiente”, lamenta el concejal-portavoz de IU, Enrique Monterroso.
Por su parte, el también concejal de IU, Miguel Díaz, resalta que “en su alocada bronca política, la alcaldesa incluso llegó a incumplir un mandato legal como es responder en público a las decenas de preguntas y ruegos que hizo la oposición en su deber de control del poder en el punto de ‘Ruegos y Preguntas’, quedando absolutamente todas las iniciativas sin contestación".
Sostienen desde IU que con este comportamiento, al margen de "una muy baja consideración del funcionamiento democrático", ha podido cometer un posible delito con base a los preceptos legales tanto legislativos como del Reglamento Municipal.
IU considera que ello pueda deberse a una estrategia puesta en marcha por el PP sabedor de la tendencia electoral puesta de manifiesto por las encuestas que tanto el CIS como las empresas más consolidadas vienen ofreciendo con frecuencia y que recogen una "clara pérdida de confianza por parte de la ciudadanía".
Desde la formación de izquierdas se “encuentra una relación estrecha entre lo sucedido el viernes pasado y el espectáculo ofrecido el fin de semana por alcaldes, concejales y representantes de la Diputación de Málaga que llegaron a zarandear el coche oficial de la presidenta de la Junta en una muestra clara de hasta dónde están dispuestos a llegar en su lucha por mantenerse en el poder”.
"De estos hechos deleznables, solo cabe esperar una actitud crítica por parte de la ciudadanía, de incoherencia y de cuestionamiento de las instituciones y de la propia democracia al ver a sus representantes políticos ofreciendo un espectáculo circense sin importarles ni su credibilidad personal ni de los órganos a los que representan", sostienen.
A este respecto, desde IU se recuerda la persecución política que se hizo de la Plataforma Stop Desahucios en sus acciones de presión pacífica a los altos cargos políticos considerados comúnmente como escraches y merecedores de los más duros calificativos. "Son ahora los propios cargos públicos del PP quienes lo practican y, además, sin un motivo tan justo como el de los desahucios”, concluyen.