- Un vehículo de la Policía Nacional.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Málaga a un hombre, con dos dedos amputados en una de sus manos, por su presunta responsabilidad en la comisión de tres hurtos, uno de ellos en grado de tentativa, en joyerías de Málaga y Marbella. Ese rasgo físico, que no pasó inadvertido para las víctimas, fue clave para conseguir el arresto.
El sospechoso, de 38 años y nacionalidad rumana, se habría apoderado al descuido de joyas por valor de 2.365 euros, según el comunicado difundido por la Policía Nacional.
Parte de los efectos sustraídos fueron vendidos por el propio investigado en un establecimiento de compraventa de oro en Marbella, donde fueron recuperados.
La investigación por estos hechos ha tenido lugar en el marco del dispositivo Plan Comercio Seguro, que estuvo vigente hasta el pasado día 10 de enero con ocasión de las fiestas navideñas.
Los agentes recibieron una primera denuncia por parte del responsable de una joyería de calle Mármoles de Málaga, tras ser víctima del hurto de una alianza y una sortija, valoradas en 895 y 975 euros.
Indicó que el autor era un hombre con acento italiano y al que le faltaban dos dedos en su mano izquierda.
Paralelamente, los investigadores tuvieron conocimiento de un nuevo hecho delictivo muy similar al anterior en una joyería de Marbella, protagonizado por un varón al que también le faltaban dos dedos en una mano.
Esta vez, según el comunicado, el sospechoso se apoderó de una pulsera valorada en 795 euros.
Según las diligencias practicadas, el investigado habría tratado de ocultar su discapacidad física ante las víctimas a sabiendas que la falta de unos dedos podía ser un dato muy característico para su identificación.
De hecho, en los hurtos perpetrados, el sospechoso portaba en todo momento un teléfono en su mano izquierda y vestía una prenda larga que tapaba parte de la misma, usando sólo la mano derecha para manipular las piezas mostradas por el joyero.
No obstante, esta característica física del investigado no pasó desapercibida para las víctimas, que informaron a la Policía de este dato en la descripción del autor, así como de su “forzado” acento italiano.
Tras interesarse por alguna alhaja y aprovechando cualquier distracción del responsable del negocio, el falso cliente se apropió de las piezas y huyó rápidamente del lugar. Así aconteció en dos de los tres establecimientos donde actuó.
En el último de los hechos denunciados, en una joyería de Puerto de la Torre, de la capital malagueña, el joyero se percató de las intenciones del sospechoso, que salió apresuradamente del local al verse descubierto.
Continuando con las indagaciones, los investigadores constataron que los anillos sustraídos en una de las joyerías afectadas habían sido vendidos en un establecimiento de compraventa de oro de la ciudad de Marbella.
A partir de ese momento, los funcionarios identificaron al vendedor de las piezas sustraídas y recuperaron los efectos, que fueron entregados a su legítimo propietario.
Finalmente, el presunto responsable de los ilícitos penales fue localizado en un hostal del centro de Málaga procediéndose a su arresto.
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