A media tarde del 30 de agosto de 2012, una quema de rastrojos en Barranco Blanco, entre Coín y Monda, provocó un fuego de magnitudes inesperadas y descontroladas que calcinaron más de 8.000 hectáreas en seis municipios de la Costa del Sol.
El incendio se detectó a las 18:50 horas del jueves desde una torrera de vigilancia situada en la zona de Sierra Negra. La cercanía con la urbanización Barranco Blanco obligó a que se delcarará el nivel 1 de emergencia, mientras más de una decena de medios aéreos y un centenar de bomberos trabajaban contrarreloj para intentar controlar las llamas antes de que anocheciera.
Las condiciones de aquel día facilitó que el fuego siguiera avanzando sin control. Una temperatura de más de 35 grados, 18% de humedad relativa en el aire y más de 30 kilómetros/hora de viento resultaron ser una combinación desastosa para los campos y bosques de la Costa del Sol.
Con la llegada de la noche, los medios aéreos tuvieron que dejar de trabajar en las tareas de extinción del incendio y las llamas siguieron su paso, provocando una de las noches más dramáticas de la historia de la Costa del Sol. Pasada la medianoche ya se había decretado el nivel 2 de emergencias y el fuego se extendía rápidamente hacia Mijas y Alhaurín El Grande por el este y hacia Ojén y Marbella por el oeste.
Así quedaba la zona de La Mairena nada más amanecer el viernes 31. (Foto: J.Z.)
Conforme avanzaba la noche diversas zonas de Marbella, principalmente en La Mairena, Elviria y El Rosario tuvieron que ser desalojadas para evitar daños personales. Solo en Marbella se desalojaron más de 5.000 personas. Se vivieron momentos de enorme tensión en el municipio con miles de vecinos abandonando sus casas con lo justo y sin saber cómo podía acabar ese incendio.
Uno de los momentos más angustiosos se vivió cuando las llamas empezaron a cercar el pueblo de Ojén, se temió por el refugio de Juanar y el propio municipio veía impotente como todos sus vecinos tenían que abandonarlo ante la llegada inminente de las llamas. La labora de contención de los bomberos fue imprescindible para que las llamas no llegaran hasta Ojén.
Marbella acogió a buena parte de los vecinos de Ojén que en casas de familiares y amigos y el Pabellón Serrano Lima encontraron un lugar donde pasar la noche, esperando a que amaneciera por fin para que se pudieran reactivar las tareas de extinción con los medios aéreos.
El viernes por la mañana se reactivaban los trabajos para acabar con el fuego. La Unidad Militar de Emergencias se sumaba a las tareas de extinción y más de 1.000 personas trabajaron en controlar un incendio que amenazaba con dejar sin montes a toda la Costa del Sol. Las imágenes que llegaban de las zonas afectadas por las llamas eran desoladoras.
Tras varios días sin tregua, el incendio se dio por controlado el domingo 2 de septiembre a las 18:30 horas, y finalmente se dio por extinguido el 4 de septiembre a primera hora de la mañana. Los más de 1.000 efectivos que trabajaron por controlar las llamas formaban parte de Policía Local y Nacional, Bomberos, Guardia Civil, Cruz Roja, Protección Civil, Unidad Militar de Emergencias, 061, operarios municipales y GREA-112.
El incendio acabó con la vida de un ciudadano, hirió de gravedad a otras dos y quemó un toal de 8.225 hectáreas, de las que 1049,8 era suelos urbanos y agrícolas. En Marbella se calcinaron más de 400 hectáreas en la zona de Las Chapas y quedaron afectadas hasta 60 viviendas, además de otros bienes materials en uno de los peores incendios de la Costa del Sol.
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