La otosclerosis es una enfermedad del oído medio que afecta principalmente al hueso llamado estribo, uno de los tres pequeños huesecillos encargados de transmitir el sonido desde el tímpano hasta el oído interno.
En las personas con otosclerosis, este hueso se vuelve más rígido y deja de moverse correctamente, lo que provoca una pérdida auditiva progresiva.
¿A quién suele afectar?
La otosclerosis es más frecuente en mujeres jóvenes, especialmente entre los 20 y los 40 años, aunque puede afectar a hombres. También puede haber un componente hereditario: si algún familiar la ha padecido, hay más probabilidades de desarrollarla.
Cómo restaurar la audición
En los casos leves, se puede controlar con audífonos. Sin embargo, cuando la pérdida auditiva es más avanzada, la solución más eficaz es la cirugía.
Esta intervención se llama
estapedotomía, y consiste en reemplazar el estribo dañado por una pequeña prótesis que permite que el sonido vuelva a transmitirse con normalidad.
“El uso del
láser azul en la cirugía se presenta como una solución muy precisa para restaurar la audición en pacientes afectados por otosclerosis”, explica el
Dr. Antonio Hernández Rubiño, especialista en otología y jefe de la Unidad de Otorrinolaringología en
HC Marbella.
Según puntúa el Dr. Hernández, esta
novedosa técnica, a diferencia de los métodos tradicionales, permite hacer incisiones muy pequeñas, sin dañar estructuras cercanas del oído. Entre sus beneficios destacan:
•
Mayor precisión y control, lo que reduce el riesgo de complicaciones.
•
Menor sangrado durante la intervención.
•
Recuperación más rápida para el paciente.
• Mejores resultados auditivos a largo plazo.
“Esto es muy significativo y revolucionario, ya que la hemorragia en un espacio tan pequeño “podría tener consecuencias desastrosas en la recuperación de la audición del paciente”, señala el Dr. Hernández.
El doctor Antonio Hernández Rubiño, de HC Marbella.
Importancia del diagnóstico temprano
Cuánto más se tarda en diagnosticar, mayor suele ser la hipoacusia y más difícil es frenar la pérdida de audición, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz.
Un diagnóstico tardío puede tener consecuencias graves como, por ejemplo, el aislamiento social del paciente y el deterioro cognitivo progresivo, acelerando la aparición de demencia. Por ello es muy importante consultar con nuestro especialista médico y actuar a tiempo.
A nivel preventivo,
se recomienda una evaluación auditiva a partir de los 50 años, edad en la que la pérdida auditiva es más común. En casos de exposición frecuente a ruidos fuertes, el control debe realizarse antes.
En resumen, la otosclerosis es una causa frecuente y tratable de pérdida de audición. Gracias a los avances tecnológicos, como el láser azul, hoy en día podemos ofrecer tratamientos más seguros y eficaces que mejoran la calidad de vida de nuestros pacientes.
Si notas que cada vez oyes menos o tienes zumbidos en los oídos, no dudes en acudir a un especialista. Una revisión a tiempo puede marcar la diferencia.