La EspartanCan continúa mejorando año tras año y este domingo, en su tercera edición, ha contado con más de 120 corredores que, junto a sus perros, han disfrutado, y sufrido, del exigente circuito que se ha acondicionado para la ocasión.
La prueba estaba prevista para el pasado mes de abril, pero las lluvias obligaron a suspenderla y retrasarla a este domingo 12 de mayo.
El día elegido era inmejorable, en un fin de semana con buenas temperaturas, y con algo de viento que ha servido para evitar sufrir el fuerte calor de la última semana.
De nuevo la playa de El Cable ha sido la sede escogida para la III edición de esta carrera en la que los grandes protagonistas han vuelto a ser los perros.
El circuito ha ganado este año en dificultad y distancia con casi 1,5 kilómetros de exigentes pruebas, y con la inclusión de varias zonas de agua.
La carrera comenzaba con salida en dirección a Málaga para pasar por una zona de duchas de agua antes de iniciar la primera gran subida en un obstáculo de unos tres metros.
Al coronar la prueba de nuevo fuertes manguerazos de agua para dificultar la prueba antes de pasar por unos trincheras. A continuación, dos opciones, una zona de montículos de arena y un andamio donde se podía recortar tiempo.
Una extensa zona de agua marcaba el tramo final de la carrera. (Foto: J.Z.)
Tocaba enfilar hacia la zona de agua, donde muchos corredores han tenido que cargar con sus perros, sobre todo con los de raza pequeña.
Tras esa zona de zig-zag, con varias redes que obligaban a pasar agachados, llegaba el último obstáculo en el que tocaba gatear antes de enfilar la meta.
Este año, la arena no estaba tan compacta como en ediciones anteriores y el esfuerzo de los corredores, sobre todo los de dos piernas se notaban en las llegadas a meta.
Con el fin de facilitar la participación de todos los corredores, y sobre todo de los perros, las salidas han sido escalonadas.
El ambiente ha sido muy bueno desde primera hora de la mañana y también ha habido una carrera infantil, que finalmente no se ha separado en dos tandas para evitar el posible riesgo de lluvia que había.
De nuevo lo de menos en este tipo de pruebas es el resultado y sí disfrutar de una jornada deportiva diferente en la que los canes han sido los auténticos protagonistas.
En el último obstáculo tocaba gatear antes de cruzar la línea de meta. (Foto: J.Z.)
Deportistas de todas las edades se han dado cita para participar en la carrera, al igual que perros de todas las razas desde las más grandes como dogo de burdeos, labrador o perro de aguas, hasta algún chihuahua o yorkshire que también ha dejado claro que en esto de las carreras de canes no hay tamaño pequeño.
Además ha habido muchos amantes de los animales que únicamente se han acercado hasta El Cable para disfrutar del ambiente y ver en directo esta atractiva prueba que por tercera vez se celebra en Marbella y que tiene el espíritu de convertirse en una carrera habitual en la ciudad.