Brillante cierre el que se ha puesto con la Resurrección a una Semana de Pasión espectacular, marcada por el buen tiempo desde el Domingo de Ramos, que ha propiciado excelentes estaciones de penitencia.
La alegría ha inundado las calles de Marbella, en una mañana soleada, con algo de viento pero que no ha impedido que todo se desarrollara con gran brillantez, en una procesión más larga que en años anteriores.
El Resucitado ha estrenado trono, traído desde Torredelcampo, en Jaén, que han vuelto a llegar las mujeres de la Hermandad de Santa Marbella, más de 60, ayudadas también por algún hombre para completar los varales.
La talla ha procesionado de nuevo en solitario, sin el acompañamiento habitual del Romano dormido ni del Ángel anunciador. La música la ha puesto con su habitual maestría la Agrupación Musical de la Pollinica.
Por detrás, Nuestra Señora de la Victoria, imagen donada en 2014 por Juan Carlos García, cuando fue pregonero, y que ha salido por tercer año a las calles de la ciudad.
Precioso su manto de color turquesa bajo el palio de la Virgen de la Encarnación. El trono lo portaban hermanos de distintas cofradías e iba acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Vera Cruz de Estepona.
Se ha vivido un gran desfile, organizado por la Agrupación de Cofradías, con la presencia de todas, incluidas las de Gloria. Antes, ha tenido lugar la misa en la Iglesia de la Encarnación, oficiada por el párroco, José López Solórzano.
La Virgen de la Victoria, saliendo de la iglesia de la Encarnación. (Foto: J.C.A.)
Con mucho público en la plaza, ha comenzado la procesión a media mañana. Han ido organizándose tras la cruz de guía los estandartes de la distintas hermandades, con la presencia de muchos niños.
El cortejo subió por la calle Carmen para buscar la plaza de Los Naranjos y salir por la calle Estación y la plaza de la Victoria hacia Ramón y Cajal.
Por allí, recorrido hacia la avenida Nabeul, para llegar a Puente Málaga, donde ha tenido lugar la ofrenda municipal, a cargo del alcalde, José Bernal, con el lazo con los colores del Pendón de la ciudad que se ha ido colocando en cada trono.
A partir de ahí, la parte ascendente hasta llegar a la calle Salinas y enfilar ya hacia la plaza de la Iglesia de la Encarnación, donde Jesús entró a las 14:40 horas y allí esperó la llegada de su Madre para protagonizar el encuentro, momento siempre espectacular con la plaza abarrotada.
El trono de la Virgen llegó a las 14:55 horas y allí se encontró con su Hijo mientras se cantaba la Salve. No hubo prisa y ambos tronos se mecieron para disfrute de los cofrades, ya más relajados, y del público asistente.
Concluyó así, a las 15:40 horas, la Semana Santa 2017 y ahora se abre el ciclo de las Hermandades de Gloria, con el Rocío, San Bernabé, la Virgen del Carmen y San Pedro de Alcántara, y también de la Sacramental.