Bernal ha recordado que en julio de 2011, la alcaldesa, Ángeles Muñoz, ofreció una rueda de prensa junto con otros alcaldes y portavoces del PP de la Costa, en la que declaró, entre otras cosas, que limitar la velocidad en la antigua 340 era “un ataque a la Costa del Sol”.
El parlamentario andaluz ha señalado que en aquella ocasión, Muñoz anunció que llevaría una moción al pleno en la que instaban a Fomento, en aquel momento dirigido por el PSOE, a liberalizar la A-7 mientras no se iluminase la carretera, se mantuviera la velocidad en 80 y no se acometiesen obras de mejora.
“Esto es lo que nosotros vamos a pedir, exactamente lo mismo”, declaró Bernal, quien instará a que se diseñe un plan de obras en la carretera y se retire un radar “que solo persigue un afán recaudatorio”.
El portavoz del Grupo Municipal Socialista ha recordado también que en aquella ocasión, la alcaldesa solicitaba la comparecencia del ministro de Fomento para que explicase, lo que según ella, “era una medida recaudatoria”.
“Ahora no solo no acometen las obras comprometidas y mantienen la velocidad a 80 kilómetros, sino que además instalan un radar de tramo, el tercero en toda España de estas características, con el único objetivo de que sigan pagando los mismos”, declaró Bernal.
Esto, según el portavoz socialista, “beneficia claramente a la autopista, una de las más caras de toda España, que tiene un precio de 7,30 euros por un tramo de 20 kilómetros”, y ha añadido que el Gobierno de Rajoy ya ha anunciado que se incrementará el precio de las autopistas un 20 por ciento próximamente.
“Entendemos que la alcaldesa de Marbella no tendrá ningún problema en pedir al Gobierno que liberalice el peaje, al igual que lo pedía hace apenas dos años”, señaló Bernal, quien señaló que debe apoyar esta moción “por coherencia”.
Bernal recordó, sin embargo, que pese a la intensa campaña que Muñoz llevó a cabo para que el Gobierno del PSOE asumiera el pago de la iluminación de la carretera, en el último pleno ordinario “votó en contra de pedírselo ahora a Rajoy”, lo que deja a las claras “que sus buenas intenciones para Marbella se acaban cuando comienzan los intereses partidistas del Partido Popular”.