- Los trabajadores no han podido forzar una solución con sus protestas.
La última reunión del periodo de consultas tras el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por el Hotel Meliá La Quinta, que ha tenido lugar esta mañana, coincidiendo con el fin del plazo de un mes, tampoco ha servido para conseguir un acuerdo. De esta forma, a partir del próximo lunes se producirán los despidos de los 33 trabajadores fijos con 20 días de indemnización por año trabajado.
Según explicó la secretaria general del sindicato de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO, Lola Villalba, se prevé que el lunes comiencen a recibir sus cartas de despido con la indemnización que marca la nueva reforma laboral. A partir de ahí, según apuntó, se abrirá la vía judicial con demandas contra la empresa y también habrá que espera la decisión de la Inspección de Trabajo.
El acuerdo ha sido finalmente imposible. Por un lado, la propiedad proponía abrir las instalaciones seis meses, después de haber planteado primero cuatro, mientras los trabajadores habían llegado a aceptar la apertura esos seis meses pero solo durante 2013 y 2014 para al año siguiente ampliar a nueve meses, lo que garantizaría poder recibir la prestación por desempleo los otros tres. Esto implicaría pasar a fijos discontinuos, situación que también daban por buena.
"La empresa se ha enrocado", señala Villalba, quien tiene claro que "los trabajadores han dado salidas suficientes, incluso aceptaban seis meses durante dos años para dar un respiro al hotel". Pero no ha sido posible un mayor acercamiento, ni tampoco los sindicatos y comité de empresa han podido lograr una prórroga en el periodo de consultas, que terminaba este viernes, para seguir negociando como pretendían. Querían unos días más para buscar incluso la mediación del Ayuntamiento de Benahavís y la de la Consejería de Turismo.
Los trabajadores están "destrozados, algunos estaban llorando", señaló Villalba, quien añadió que además se sienten "engañados porque lo han dado todo por la empresa, pero la dirección solo plantea que pierde dinero incluso habriendo seis meses".
Ahora, estos empleados tendrá que decidir si aceptan continuar en la empresa, ya como fijos discontinuos, durante el periodo en que se abra el hotel. Todo apunta a que no será así, ya que en asamblea han votado este viernes rechazar la propuesta de la que no se movía la empresa de abrir seis meses. Actualmente, el establecimiento, propiedad de la familia Pascual y gestionado por la cadena Meliá, está cerrado y los trabajadores están disponiendo de permiso retribuido.
Villalba denunció también que quieren dejar este hotel para "abrirlo solo cuando las cosas vayan bien y cerrarlo cuando vayan mal" y critió que "esto pasa cuando dejas los hoteles en manos de personas a las que no les duele el turismo y están más dedicadas a otras actividades como la construcción".
"Han utilizado el hotel para vender parcelas y viviendas diciendo que estaban en el entorno del campo de golf, ahora que ya está todo vendido, no interesa el establecimiento", denunció la sindicalista de CCOO.
También ha destacado el "daño" que este tipo de situaciones hace a la Costa del Sol, ya que "nos empobrece" como destino y contribuye a fomentar la estacionalidad de la que se quiere huir en la zona.
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