La satisfacción ha sido la nota predominante esta mañana entre los representantes del Ayuntamiento, de la empresa Hidralia, concesionaria del agua y del saneamiento en el municipio, y de los vecinos y comerciantes de la zona.
Han sido seis meses de obras, solo uno más de los previstos al comienzo, en los que se han tenido que salvar distintas complicaciones dado que la situación que se apreció al abrir la calle era mucho más complicada de lo que se pensaba.
Según se ha explicado, el riesgo era importante para los edificios aledaños y con esta actuación se ha evitado lo que era una gran amenaza, tanto para los vecinos como para los negocios.
Y es que el encauzamiento soterrado del río Huelo, anterior a 1956, se había convertido durante las últimas décadas en un gran colector urbano de saneamiento unitario.
Los trabajos comenzaron a finales de septiembre y esta mañana se han inaugurado, con lo que esta céntrica calle ha vuelto a tomar vida a las puertas de la Semana Santa.
La inversión ha sido de 1,1 millones de euros, a cargo del canon que debe aportar al municipio Hidralia, actuando sobre 700 metros cuadrados, con renovación de tuberías y colectores.
En superficie, la calle se transformará en semipeatonal, con acceso desde la avenida Ricardo Soriano únicamente para el aparcamiento que existe, la zona de carga y descarga y los vecinos de la zona.
Aspecto que se encontraron los técnico al abrir la calle en el comienzo de las obras.
El alcalde, José Bernal, ha mostrado su satisfacción después de que se haya solventado un "problema endémico que estaba afectando a los edificios y que, sin ser alarmista, podría haber causado daños graves".
"Se ha dado solución definitiva a la canalización del río, y también al saneamiento, colocando por primera vez alcantarillado", ha dicho.
El regidor ha destacado la "complicidad y paciencia de los vecinos y comerciantes, que han pasado momentos difíciles, pero era una obra necesaria". "Les agradezco su esfuerzo, pero ahora estarán más seguros", ha añadido.
La concejala de Obras, Blanca Fernández, ha destacado que se ha cumplido con el compromiso de acabar antes de Semana Santa y ha recordado que, a petición de los vecinos, las obras se realizaron después del verano.
Carlos Corral, gerente de Hidralia, ha explicado las complicaciones de la obra, ya que surgieron posibles restos arqueológicos y también se vio afectada por el temporal de diciembre.
"Han quedado superados todos los problemas que existían y que podrían haber dañado la estructura de los edificios", ha dicho, destacando la mejora de la seguridad para los ciudadanos.
Encarna Cantero, vecina y comerciante de la zona, ha señalado que "cuando abrieron la calle y vimos que por debajo de mi tienda pasaba un río y el riesgo que estábamos corriendo, hemos aguantado el tirón de estos meses y estamos contentísimo con que hayan cumplido el plazo".
"Se ha eliminado un riesgo muy grande y ahora hemos quedado tranquilos, porque podía haber pasado cualquier cosa", concluyó.