Dos incendios en lo que va de año han puesto en la primera plana de la actualidad local la situación de abandono en el viejo estadio municipal de Marbella.
El pasado
18 de enero, por la tarde, ardieron unos colchones en la parte de las oficinas que ocupaban los sindicatos, en la zona de tribuna.
Se achacó a la presencia de
personas sin hogar que habrían estado utilizando las instalaciones para dormir.
Este martes,
29 de julio, se produjo un
nuevo incendio, en este caso en torno a las 5:30 horas de la madrugada, quemando el
pasto seco en lo que era el césped.
Durante la época de lluvias crece la hierba que, con la llegada del verano se seca, y se convierte en combustible para un potencial fuego, como ha ocurrido.
Desde el Ayuntamiento
no se han preocupado de realizar algún desbroce, más allá del que hicieron en 2023 después de muchas quejas y críticas.
Clausurado desde
finales de mayo de 2021, el estadio municipal de Marbella se ha convertido ya en un símbolo del
despropósito de gestión de Ángeles Muñoz.
Durante estos más de cuatro años, ha vivido una situación de
abandono y dejadez, sensación generalizada que se puede extender a todo el municipio.
Mientras el Ayuntamiento obliga a cualquier particular a desbrozar una finca y a mantenerla en buen estado, no se aplica esa normativa a sí mismo y la situación del antiguo campo de fútbol era todo un riesgo.
Supuestamente, según se volvió a anunciar recientemente, en breve se procederá a
la demolición de la instalación para construir una nueva.
Desde hace unas semanas, el estadio ya no pertenece al Ayuntamiento sino al Marbella FC tras realizarse una
concesión a dedo por 75 años.
El municipal se había ido cayendo a cachos ante la pasividad de la alcaldesa, con
desprendimientos en las gradas, hasta que se tomó la decisión de cerrarlo.
A finales de
marzo de 2023, con las elecciones municipales a la vista, se procedió a la
retirada de las torretas de iluminación y en octubre de ese año se hizo un desbroce.
En diciembre se comenzaron a colocar los soportes para las vallas, un proceso que duró dos meses hasta que se cerró todo el perímetro.
Después, se pusieron infografías propagandísticas sobre el proyecto para hacer una instalación nueva.
La alcaldesa ha anunciado en
distintas ocasiones la demolición, que inicialmente se iba a hacer en septiembre de 2023.
La realidad es que la instalación lleva ya más de cuatro años abandonada y el pasado martes ardió el pasto seco ante la dejadez absoluta del Ayuntamiento.
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