El primer curso escolar tras la fase más complicada de la Covid-19 ha arrancado este lunes en la provincia de Málaga con 146.635 alumnos matriculados en Infantil, Primaria y Educación Especial.
En Marbella son algo más de 11.500 niños y niñas, algunos de los cuales vuelven a encontrarse con viejos problemas.
El protagonismo negativo vuelve a estar en el
colegio Federico García Lorca, donde hubo que esperar tres años con el muro lateral apuntalado, para que el Ayuntamiento acometiese la actuación.
Promesas y más promesas de la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, que nunca se cumplían hasta que, al final, se hizo la obra, que quedó lista en
abril de este año.
Pero, poco después, se prometió una segunda fase, para reparar
el muro perimetral al completo, con una inversión cercana a los 650.000 euros.
Se dijo que las obras se iban a realizar
durante el verano, algo que, una vez más, no ha ocurrido.
El curso ha comenzado esta mañana con el mismo muro, agrietado, en ese centro escolar en la barriada de Santa Marta.
Pese a la propaganda que despliega el Ayuntamiento, responsable del
mantenimiento de los centros escolares, son muchas todavía las necesidades sin resolver y demasiados los anuncios que no se cumplen.
Es la nota más negativa de un inicio de curso que llega ya
sin medidas covid, aunque en muchos centros se sigue manteniendo la ventilación y también el uso habitual de hidrogeles.
En Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional las clases el
próximo jueves 15 de septiembre.
En Marbella supondrá la continuidad de las
aulas prefabricadas en la zona de Xarblanca a la espera del nuevo instituto en Las Chapas sobre el que continúan las dudas.
La buena noticia será la puesta en marcha del nuevo centro en
San Pedro Alcántara, en El Ingenio, ya por fin terminado.