Brillante cierre el que se ha puesto con la Resurrección a una Semana de Pasión de las mejores que se recuerdan en los últimos años, marcada por el buen tiempo, que ha propiciado excelentes estaciones de penintencia desde el Domingo de Ramos.
La alegría ha inundado esta mañana las calles de Marbella, bajo un sol radiante, pese a que había cierto miedo porque días atrás las previsiones advertían de un pequeño riesgo de lluvia que finalmente no ha aparecido.
Hombres y mujeres han portado ambos tronos en esta jornada, en la que la gran novedad ha sido la Virgen de la Victoria, una excelente talla donada el año pasado por el pregonero, Juan Carlos García Díaz, que se ha unido al Resucitado.
El año pasado no hubo forma de salir a la calle por la lluvia y la celebración se tuvo que hacer dentro de la iglesia, mientras que el anterior únicamente se pudo sacar el trono hasta la plaza.
En esta ocasión se ha vivido un gran desfile, organizado por la Agrupación de Cofradías, con la presencia de todas, incluidas las de Gloria. Antes, ha tenido lugar la misa en la Iglesia de la Encarnación, oficiada por el párroco, José López Solórzano.
Nuestra Señora de la Victoria, debutando en la Semana Santa marbellí. (Foto: J.C.A.)
Con mucho público en la plaza, ha comenzado la procesión a media mañana. Han ido organizándose tras la cruz de guía los estandartes de la distintas hermandades que abrían el cortejo, para dejar paso al Santísimo Cristo Resucitado, con la compañía de la Agrupación Musical La Pollinica.
Como es habitual, los portaban hermanos de distintas cofradías y, en este caso, también había portadoras de Santa Marta, que ha sido una de las grandes novedades de esta Semana Santa al procesionar a hombros de mujeres.
Por detrás, el resto de estandartes y hermanos, y la nueva talla que se ha estrenado este domingo, la de Nuestra Señora de la Victoria, saliendo del templo bajo palo con los acordes del himno dedicado por la Banda Municipal de Música, para hacer su primer recorrido por Mabella.
El cortejo subió por la calle Carmen hacia Virgen de los Dolores y Puente de Ronda para bajar por Peral hacia la avenida Ramón y Cajal. Por allí, recorrido hacia la avenida Nabeul para subir ya de nuevo hacia la plaza de la Iglesia de la Encarnación.
El manto de la Virgen, que procesionó bajo palio. (Foto: J.C.A.)
Allí, Jesús fue recibido por una lluvia de flores y se meció el trono a pulso con la interpretacioón de la banda de La Pollinica, a la espera del encuentro con Nuestra Señora de la Victoria.
El trono de la Virgen llegó a las 14:30 horas a la plaza, donde se encontró con su hijo mientras se cantaba la Salve. Fue un acto nuevo, que se celebraba por primera vez, con ambos tronos frente a frente.
Ha sido una procesión más larga de lo habitual, que ha concluido a las 15:00 horas, este año con dos años llevados además a paso lento, aprovechando el lucimiento que permitía una mañana tan soledada. Concluye así la Semana Santa 2015.
Ahora se abre el ciclo de las Hermandades de Gloria, con el Rocío, la Sacramental, San Bernabé, la Virgen del Carmen y, ya en octubre, San Pedro Alcántara.