La cofradía de los hosteleros de Marbella, la única puramente gremial del municipio, ha desfilado con paso lento, en una noche espléndida, algo fresca, pero sin ningún tipo de amenaza meteorológica.
En 2015 se estrenó el tercer trono, el de la Virgen de la Encarnación, que ha cubierto en esta ocasión su segundo desfile ya que el año pasado apenas había salido a la plaza de la Iglesia cuando tuvo que regresar por la amenaza de lluvia.
Destacar que el trono de Santa Marta ha vuelto a procesionar a hombros de medio centenar de mujeres, que hace poco se vieron envueltas en una polémica en las redes sociales, pero que desde entonces han recibido el apoyo de todo el mundo. Esta noche han brillado.
El obispo de Málaga, Jesús Catalá (c), junto al alcalde, José Bernal. (Foto: J.C.A.)
Este año no ha habido el habitual recorrido por la barriada Divina Pastora, suprimido en 2013 por el riesgo de lluvia, que el año pasado tampoco estaba previsto y que ahora se ha vuelto a anular por las obras en esa zona. En cambio, se ha mantenido el doble paso por la Plaza de los Naranjos.
Unos instantes antes de las 21:00 horas se abrían las puertas de la iglesia de la Encarnación y arrancaba la procesión, con la presencia del obispo de Málaga, Jesús Catalá, en la primera vez que acude a la Semana Santa de Marbella.
Las túnicas negras con capillo blanco de los cofrades empezaron a llenar la plaza de la Iglesia de La Encarnación a la espera de la salida de los Sagrados Titulares.
El trono de Santa Marta, portado por mujeres, a salida del templo. (Foto: J.C.A.)
El trono del Cautivo abrío el desfile, recibido con una saeta de María del Carmen Molina. Desfiló acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Hermandad Jesús Nazareno de Almogía.
Tras él, los miembros de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro, que se hermanaron con la cofradía y procesionan desde 2015 acompañando a la patrona de los hosteleros, Santa Marta, que forma grupo escultórico con María y Lázaro, los tres hermanos de Betania.
La música a este trono la ha puesto la Banda de Cornetas y Tambores Dolores Coronados de Álora.
Y cerrando el cortejo, Nuestra Señora de La Encarnación, bajo un precioso palio, que fue recibida también por una saeta de María del Carmen Molina. Tras ella, la Asociación Musical de Olvera.
Espectacular ya desde el inicio el paso por la calle Carmen, con mucha gente en la escalinata y también en la zona inferior, dejando muy poco sitio para el paso de los tronos.
El primer punto complicado fue el giro hacia General Chinchilla, salvado con gran destreza por los hermanos de tronos. Muy ajustado fue también el paso hacia la plaza de Los Naranjos, muy cerca de las mesas de los restaurantes.
Tras pasar bajo la Casa Consistorial, se continuó hacia la Plaza de la Victoria y bajar por la estrecha calle Pedraza hasta Ramón y Cajal, avenida en la que este año se están estrechando la vía con vallas, permitiendo mayor lucimiento al desfile en un espacio más reducido.
Los portadores se agachan para levantar el trono de la Virgen de la Encarnación. (Foto: J.C.A.)
Por la avenida Nabeul se alcanzó la tribuna de venia en Puente Málaga, donde el alcalde, José Bernal, realizó en cada trono la ofrenda municipal, este año consistente en un lazo con el color del Pendón de la ciudad.
Sin paso por la Divina Pastora, se prosiguió hacia las calles Arte, Portada, Chorrón, para ir hacia Peral y Huerta Chica y regresar a la plaza de Los Naranjos, para desde allí volver al templo, cuatro horas y media después.
Antes de concluir el encierro se procedió, como es habitual, al reparto de tortas y dulces entre los cofrades y el público congregado en la plaza de la Iglesia de la Encarnación.