Marbella24horas denunció el pasado 28 de agosto la situación en este punto negro de la ciudad, donde en menos de una semana se produjeron entonces tres accidentes. No era algo nuevo, pero sí se pedía al nuevo gobierno local que tomara medidas, ya que el anterior no lo había hecho.
Los Bomberos, cuyas intervenciones eran constantes para tapar con arena los vertidos de los autobuses que subían por esa cuesta, colocaron una señal de advertencia para intentar evitar, principalmente, las caídas de motociclistas.
El Ayuntamiento, con sus nuevos mandatarios, reaccionó pronto, el 1 de septiembre, para tomar medidas y ponerse manos a la obra. Los derrames continuaron produciéndose, e incluso, algún accidente, hasta primeros de octubre. Incluso el cuatro de este mes hubo allí una
concentración de protesta.
Pero hoy, más de mes y medio después, han desaparecido totalmente. Así lo han asegurado a este digital fuentes de los Bomberos, que no han tenido que volver a intervenir en este periodo de tiempo.
Esta circunstancia también la corrobora el concejal de Movilidad, Miguel Díaz. "No se ha vuelto a producir ningún accidente, hemos puesto fin a una situación que llevaba años dando problemas", ha señalado.
Actuaciones
El edil ha recordado que actuaron "con premura" tras las denuncias de este digital y de los ciudadanos y se tomaron medidas como colocar señalización de advertencia a los conductores y, sobre todo, sentarse con la empresa Portillo, cuyos autobuses eran los causantes de los vertidos, para que buscara la solución.
"Les notificamos que extremaran el mantenimiento de los vehículos", señaló Díaz. Varios autobuses han sido inmovilizados, sobre todo a raíz de que la vigilancia que se ordenó a la Policía Local, con agentes de forma constante en ese punto, diera sus frutos y localizara a uno de los autocares realizando un derrame.
"Ese día se requirió la presencia de un inspector de la empresa para que se personara allí y tomara nota", recuerda el concejal, quien señala que incluso se reunieron con el gerente provincial de Portillo.
"Nos decía que era un problema del cárter del aceite y también de los depósitos de gasoil, porque la subida en esa zona es muy inclinada y favorecía que vertieran líquido", añade.
De esta forma, se ha puesto fin a un problema de años atrás, que ha dejado muchos accidentes, algunos de ellos graves, sobre todo de motociclistas a los que se les iba la moto en esa curva y acababan en el suelo, como mínimo con quemaduras en la piel.
Miguel Díaz ha recordado que el nuevo gobierno local tiene previsto remodelar esa parte de la avenida Cánovas del Castillo para hacerla una "vía más urbana". Se plantea una zona de aparcamiento y mejorar los accesos tanto al polideportivo como al parque Vigil de Quiñones.
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