La imagen que había ofrecido el municipio en muchas ocasiones, con la visitas de equipos de otros puntos de la provincia, era muy negativa cuando coincidía con lluvias fuertes. Y es que las goteras llevan años haciendo acto de presencia en el pabellón y suspendiendo actividades en su interior.
Ahora, por fin, el Ayuntamiento acomete la sustitución de la cubierta, tantas veces reclamada. Las obras, adjudicadas por el Equipo de Gobierno anterior, tienen un presupuesto de 208.000 euros y se ejecutarán en cinco meses en los que alterarán, lógicamente, la práctica deportiva.
Se espera que estén listas, por tanto, para final de año, momento en el que se recupere la normalidad.
Se va a instalar una nueva estructura de chapa de acero “que dará solución a un problema que no sólo amenazaba la integridad de las instalaciones y deterioraba el suelo sino que ponía en riesgo a los propios usuarios”, ha explicado la concejala de Obras, Blanca Fernández.
En este sentido, la edil ha señalado que la anterior cubierta se encontraba en una situación precaria lo que originaba la entrada de agua en el interior de la edificación, a lo que se sumaban puntos de oxidación en fase inicial, un sellado e impermeabilización incorrecto en algunas zonas o la rotura de algunos bajantes.
“Todo esto provoca las filtraciones de agua y humedades en el interior del pabellón; situaciones que han llegado a ser de auténtico peligro y que no queremos que se vuelvan a repetir en una instalación deportiva pública”, ha valorado.
Los trabajos se centrarán en una primera fase en el desmontaje de la cubierta existente, la descontaminación del falso techo para eliminar cualquier resto, y la colocación de la nueva estructura de chapa de acero y placa de policarbonato, materiales que garantizarán la impermeabilización del recinto.
Asimismo, se acometerá el saneamiento de las instalaciones de aguas pluviales, eliminando las deficiencias que impiden la correcta evacuación, y se mejorará la pavimentación del patio con una solera de hormigón.
Un largo historial
Hay que recordar que el 1 de septiembre de 2010, el Ayuntamiento informó en una nota de prensa de que se había acometido la "reforma integral" del pabellón para que la ciudad pudiera contar con unas instalaciones deportivas de "calidad".
No sirvió para mucho ese arreglo, porque el problema continuó. Han sido muchas las veces que se ha inundado la instalación por las goteras desde entonces. Una de las últimas y más importantes fue
el 11 de febrero de 2014.
Tras ello, el presidente del Club Baloncesto Marbella, Enrique Agüera, estalló en las redes sociales y reclamó una solución "inmediata" a las autoridades. La respuesta del Ayuntamiento fue rápida y se anunciaron unas obras inminentes que nunca comenzaron con esa rapidez.
Un año y medio después de aquello, ahora sí han arrancado los trabajos, que deben poner solución a este problema.