El operativo se desarrolló el pasado día 5 de diciembre con la práctica de un registro domiciliario en el que se incautaron un total de 1.250 plantas de cáñamo en distintos estados de crecimiento y floración en los bajos de dos casas.
Las investigaciones se iniciaron a raíz de las informaciones obtenidas por la Policía Nacional relacionadas con una vivienda de una urbanización marbellí que desprendía un fuerte olor a estupefaciente acompañado de un zumbido constante de motores.
Las pesquisas condujeron a los agentes hasta un adosado deshabitado de la urbanización Mirador de Sierra Blanca, según informa la Policía Nacional en un comunicado.
Los agentes corroboraron la existencia de un fuerte olor a marihuana y un continuo ruido de extractores que salían del sótano del inmueble.
Durante el dispositivo de vigilancia, los investigadores comprobaron que ninguna persona se acercó ni entró en ella. Motivo por el que, transcurrido un tiempo y con la preceptiva autorización judicial de entrada y registro, se llevó a cabo el registro.
De esta forma, se produjo el hallazgo de dos cultivos de marihuana con 1.250 plantas y con la intervención, entre otros efectos, de 66 plantas, 66 lámparas halógenas, cuatro cuadros de luz.
Durante el operativo los agentes comprobaron que los bajos del inmueble habían sido acondicionados íntegramente para alojar las dos plantaciones.
Así, en la bodega –lugar que albergaba uno de los cultivos- había sido derrumbada la pared medianera, pasando a ocupar con otra plantación parte del sótano de la vivienda contigua.
Fruto de las gestiones realizadas para identificar y localizar a los responsables de los cultivos, los agentes, hasta el momento, han identificado a dos personas.
Una de ellas, un hombre de 43 años y nacionalidad serbia, fue arrestada este jueves. Se continúan las pesquisas hasta el total esclarecimiento de los hechos.
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