En concreto, la organización denuncia el proyecto denominado “Renaturalización del cauce fluvial del río Guadaiza”, en San Pedro Alcántara.
Consideran que, lejos de restaurar el ecosistema fluvial, está "contribuyendo a su progresiva antropización y urbanización".
La
Federación Malagueña de Ecologistas en Acción advierte en la denuncia que el proyecto denominado "Remimaguadaiza" no es una renaturalización, sino una operación de “greenwashing institucional, financiada con fondos públicos europeos".
Sostienen que "aumenta la
presión urbanística y degrada aún más los escasos espacios naturales de Marbella".
En este sentido la organización exige a las autoridades responsables que "reconsideren profundamente este proyecto y adopten medidas reales y efectivas para la restauración ecológica del río Guadaiza".
Se dirige al Ayuntamiento de Marbella, a la Fundación Biodiversidad y el Ministerio para la Transición Ecológica.
"Este proyecto, presentado bajo el pretexto de reducir el riesgo de inundaciones y mejorar la conectividad ecológica del cauce, supone en realidad la destrucción de los escasos
valores naturales que aún conserva el río Guadaiza", explican.
En este sentido, la organización ecologista ha podido observar, que lejos de restaurar su estado ecológico, se está transformando "en un parque urbano con infraestructuras que nada tienen que ver con la renaturalización real, como senderos, pasarelas y mobiliario urbano".
Además, se obvia el papel crítico que juegan estructuras como
los pontones de La Campana y Cortijo Blanco, construidos por el propio ayuntamiento de forma precaria con tubos sobre el mismo cauce, que actúan como verdaderas presas cuando el río baja con carga sólida (piedras, bolos, arenas, sedimentos, raíces, troncos, brozas etc).
Esta situación, sumada al "efecto tapón" que genera el puente de la A-7, incrementa significativamente el
riesgo de inundación aguas abajo, especialmente en la zona de la desembocadura, afectando a urbanizaciones colindantes.
Por otro lado, las obras se están ejecutando en periodos críticos para la
fauna protegida presente en el cauce, como las nutrias (Lutra lutra), aves insectívoras, peces como el bordallo y el blenio (Salaria fluviatilis) y distintas especies de odonatos, muchas de las cuales están incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.
El proyecto incluye intervenciones especialmente agresivas en un entorno declarado Zona de Especial Conservación (ZEC ES6170020) y Espacio Fluvial Sobresaliente (EFS) por la propia UE y la Junta de Andalucía (Decreto 4/2015).
El proyecto Remimaguadaiza contempla la construcción de
469 metros de senderos y pasarelas, la reapertura de 1.625 metros de veredas, la colocación de mobiliario urbano y paneles informativos, así como la instalación de cajas nido y miradores de observación.
Si bien se plantea la eliminación de flora invasora y la plantación de especies autóctonas, "ninguna de estas medidas aborda realmente la preservación o mejora del hábitat natural del río Guadaiza ni su funcionalidad ecológica como corredor fluvial".
Los ecologistas añaden que tampoco se ha planteado "
ninguna solución efectiva para el riesgo de inundación" en áreas sensibles como el IES Vega de Mar, el estadio municipal Antonio Naranjo y otras instalaciones situadas a escasos metros del cauce y dentro de su zona de flujo preferente.
La creación de senderos o la colocación de paneles informativos "no contribuyen a mitigar estos riesgos, sino que pueden incluso agravarlos al reducir la capacidad de laminación del río".
Asimismo, la Federación Malagueña recuerda que el
Ayuntamiento de Marbella tiene "un historial de intervenciones lesivas" sobre este mismo río, incluyendo el uso de maquinaria pesada para encauzar y vaciar tramos del cauce, actuaciones ya denunciadas anteriormente ante la Fiscalía de Medio Ambiente y documentadas en medios y plataformas especializadas.
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