David Díaz Muñoz ha abierto este sábado la Semana Santa de San Pedro Alcántara con un precioso pregón en el que se ha mostrado orgulloso de ser cofrade, aspecto que ha supuesto una "parte fundamental" de su vida. Ha repasado sus recuerdos de este tiempo de Pasión, desde que era niño, y ha pedido a sus paisanos que disfruten de esta celebración religiosa.
En la iglesia de San Pedro Alcántara ha pedido a los asistentes que escucharan una "historia de fe y devoción, de hermandad y de trabajo, una historia de ti y de mí, una historia de nosotros, una historia de aquí".
Ha comenzado con los recuerdos en tercera persona de un niño que "dio sus primeros pasos en un piso en la esquina de la calle Pizarro con calle San Francisco".
Su primer contacto con la Semana Santa fue preguntar a su abuela "por qué ese señor estaba en la cruz, y que ella le contestara: por nosotros".
Eran días de "ir antes de tiendas para que le compraran ropa nueva que estrenar los dos domingos, el de Ramos si no te cortaban las manos, y el de Resurrección, por la alegría".
"Fueron pasando los años y aquel niño empezó a crecer y le empezó a gustar aún más la Semana Santa", señaló. "Desde chico hizo la vigilia y hasta que no hizo la catequesis no supo por qué la hacía", añadió.
Así fue creciendo el interés de ese niño, que lógicamente era el pregonero, hasta que se "apuntó" a la cofradía, junto a sus "mejorar amigos de juventud". Quería ir "en la sección de la Virgen", como su hermano, pero no quedaban huecos.
Sus primeros años como portador fueron, por tanto, con el Cristo, en una época de "compañerismo" que dio paso a un momento muy triste cuando "se quemó nuestro titular".
"Un accidente fortuito que nos unió en un duelo y a la vez recibimos una fuerza para conseguir una nueva imagen para el año siguiente", continuó.
Unión
Eso le unió más aún a la Hermandad, según explicó, y aprovechó para reivindicar que pueda tener una sede "digna". "He escuchado que se están dando pasos oportunos, ahora falta lo económico para terminarla", insistió.
Recordó el gran esfuerzo que se hace, ya que la cofradía sampedreña saca siete tronos a las calles cada Semana Santa, la "única de toda la provincia" que procesiona la Pasión completa.
En 2004 pasó a formar parte como fiscal de la junta de gobierno a petición de Miguel Sánchez de la Rosa y al año siguiente fue teniente hermano mayor, momento en el que vio el "sacrificio" que conlleva la Semana Santa sampedreña.
"La cofradía se convierte para mí en un trabajo constante todo el año", dijo, y recordó momentos como el cambio de palio de Nuestra Señora de los Dolores, en el que se incluyó la imagen del patrón, San Pedro de Alcántara.
Y reivindicó la fe. "Aprovecho para recordaros que en estos tiempos en que la Iglesia está denostada y criticada por parte de intereses ocultos, tenemos que sentirnos orgullosos de ser cristianos".
"No debemos avergonzarnos de serlo, al contrario, debemos pregonarlo", señaló.
Y anunció ya la inmimente llegada del Domingo de Ramos con unas palabras del pregón de Marbella en 1980, a cargo de José Manuel Vallés. "Disfrutemos de esa alegría, sampedreños", continuó, y recorrió las distintas procesiones, hasta el dolor del Viernes Santo.
Para concluir, la Resurrección. "Abrid puertas y ventajas, la alegría vuelve a San Pedro, seamos partícipes, no nos contengamos, disfrutemos".
"Me siento orgulloso de ser hermano de la cofradía y, junto a otras muchas personas, haber puesto mi granito de arena en ella", concluyó.
No hay ningún comentario en esta noticia.