La primera fase, en la que se ha tardado
siete meses, se ha desarrollado en una superficie total de
2.864 metros cuadrados entre las calles Miraflores y Reino de Aragón hasta Salvador Rueda.
Los trabajos han incluido la renovación de las
redes de alcantarillado; abastecimiento de agua, sustituyendo la existente de fibrocemento por una de fundición; telecomunicaciones; alumbrado público; instalación eléctrica y riego.
Además, se he llevado a cabo
una ampliación del acerado entre las calles Cortijo y Miraflores destinando más espacio al peatón.
La alcaldesa,
Ángeles Muñoz, ha dicho “eran vías muy estrechas, con árboles muy antiguos que habían causado destrozos en algunas canalizaciones y era necesario actuar para adaptar el espacio a lo que marca la Agenda 2030”.
Una nueva justificación para la
tala indiscriminada que se hizo en esta zona a finales de noviembre y principios de diciembre del año pasado.
La regidora ha avanzado que la
segunda fase, que se desarrollará entre las calles Miraflores y Postigo, ha comenzado ya y está previsto que
la tercera se inicie en el mes de septiembre.
Ha subrayado que “el proyecto tiene una inversión total que supera los tres millones de euros, de los que una parte la aporta la empresa concesionaria Hidralia, que está agilizando los plazos de ejecución para que la actuación finalice cuanto antes”.