El viceconsejero de Fomento de la Junta, Mario Muñoz-Atanet, ha visitado hoy las obras junto a la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.
Es una actuación presupuestada en
4,2 millones de euros, de los que
1.680.000 euros los aporta el
Ayuntamiento, pese a que es una carretera autonómica.
En el pleno del pasado mes de julio se aprobó destinar ese dinero y se dijo que las obras
comenzarían en otoño. Al final, han arrancado ahora.
Fue el
10 de mayo de 2019 cuando
se firmó el protocolo entre las dos administraciones para remodelar una superficie de 1,8 kilómetros, entre el enlace de Puente Romano y el Racquets Club.
Entonces se dijo que las obras se pondría
en marcha en 2020 pero, ni mucho menos, fue así. Han comenzado ahora, en febrero de 2023.
Lo llamativo de este proyecto autonómico es que, una vez más, sale adelante
con dinero del Ayuntamiento de Marbella.
Se va a
ensanchar la carretera, al incorporar arcenes de 1,5 metros de ancho y dotará de acerados en ambos márgenes de 2,5 metros de ancho.
De igual forma, se rectificará su perfil longitudinal y se construirán
cuatro glorietas que regulen la circulación, reduzcan la velocidad y mejoren la seguridad vial en los cruces.
La obra supondrá la
integración urbana de la carretera, además de propiciar una mejor convivencia entre vehículos, ciclistas y peatones.