CSSP plantea una escuela taller para rehabilitar el Trapiche del Prado

Los concejales de CSSP han tenido conversaciones con el alcalde de Marbella, José Bernal, y con Gema Midón, responsable del Área de Cultura, que les han transmitido, según informan en nota de prensa, un "mensaje de tranquilidad dado que están trabajando para buscar una solución satisfactoria".

Sobre el Trapiche del Prado, este grupo municipal lamenta que se "instrumentalicen políticamente" dos cuestiones fundamentales como es el cuidado de los mayores y el respeto al patrimonio histórico-cultural.

"Es un increíble ejercicio de cinismo que uno de los principales culpables del abandono y ruina de este emblemático edificio, el PP, tras ocho años en los que ha tenido todo el poder para resolver la situación, salga ahora en defensa de este edificio", señalan.

CSSP considera "prioritario" el establecimiento de una residencia de ancianos en la localización que "se considere "más adecuada". "Estamos totalmente convencidos de que esa es también la voluntad de PSOE, OSP e IU", añaden.

"Entendemos que hay costes que un Ayuntamiento debe afrontar, y los presupuestos municipales son para prestar servicios a la población, por encima de la rentabilidad económica", explican.

Por ello, Costa del Sol Sí Puede no está de acuerdo con la externalización de servicios públicos a empresas privadas con plazas subvencionadas y prefiere un servicio municipal.

Independientemente de que se destine a ese uso, tal y como se acordó en su día con la familia Álvarez, o finalmente se decida dar otra ubicación a la mencionada residencia de mayores, el Ayuntamiento tiene "la obligación moral de rehabilitar ese edificio".

CSSP recuerda que se trata de un Bien de Interés Cultural, del siblo XVII, y que el Ayuntamiento es "uno de los principales responsables" de la situación de ruina del inmueble. 

Proponen que se utilice una escuela taller, financiada por la Junta de Andalucía, como "se hizo con el Hospitalillo", para llevar a cabo un "proceso gradual" de rehabilitación. 

Una vez culminada su recuperación, plantean un uso social, bien para la residencia de mayores, o para una centro cívico cultural, o para una combinación de ambas actividades.