La reforma se ha realizado en tres etapas, para evitar en lo máximo posible las molestias a los vecinos, entre las confluencias con las calles Málaga y Vázquez Clavel, un tramo de pendiente que originaba importantes inundaciones cuando llovía.
La actuación ha consistido en sustituir tuberías, algunas con hasta 50 años de antigüedad, y se han hecho dos canalizaciones, separadas y de mayor tamaño, tanto para aguas fecales como pluviales. De esta forma, se evitan atoros, malos olores y que el agua salga por las alcantarillas hacia arriba, como ocurría los días de lluvia.
La alcaldesa, Ángeles Muñoz, ha visitado esta mañana la calle para comprobar cómo ha quedado tras la reforma. "Ha sido una obra muy demandada y de mucha envergadura, que ha afectado a uno de los principales barrios de Marbella, pero había que hacerla porque era necesaria", ha señalado.
La regidora ha aprovechado para dar las gracias a los vecinos. "Quiere agradecerles la paciencia y la colaboración absoluta que han tenido, ya que ha habido muchas incomodidades y zonas en las que no se podía transitar", añadió.
Muñoz también destacó que ahora los vecinos "verán cómo va a mermar su recibo del agua, ya que antes había fugas" e hizo hincapié en que también se han contruido 150 metros de acerado nuevo.
Las obras se iniciaron a finales del pasado mes de octubre de 2012 y su plazo de ejecución era de cuatro meses, que al final han sido seis. Como consecuencia, se tuvo que realizar una reordenación del tráfico en varias calles de Divina Pastora y también en la zona de Huerto Porral.
Aspecto de las obras que se han realizado durante estos últimos meses.