Ciudadanos de Marbella se fija como objetivo luchar contra la corrupción

Con la presencia de miembros de su lista, esta formación política destaca en sus logotipos la palabra Ciudadanos y añade también el color naranja, en un evidente intento de pescar entre los votantes que tuvo el partido de Albert Rivera en las autonómicas. 

Como ya es conocido, su número 1 es Manuel del Río, un inspector de urbanismo que fue uno de los testigos que declaró en el llamado caso Funky Buddha por el que está procesado el concejal Pablo Moro. 

Esta mañana han dicho que están al servicio de los ciudadanos de Marbella y San Pedro Alcántara y no se identifican ni con la derecha ni con la izquierda, algo que está siendo habitual en las nuevas formaciones políticas.

Apuestan, por tanto, por fomentar las "buenas relaciones" con otras administraciones, "especialmente" con la Junta de Andalucía. Defienden la participación, la transparencia, el buen gobierno y saber escuchar a los ciudadanos. 

Han hablado también de empleo y de políticas sociales, que consideran una prioridad. "Sin empleo no hay riqueza ni solidaridad social posible, y son muchos los colectivos necesitados", han dicho.

Una de sus apuestas más firmes ha sido la lucha contra la corrupción, que señalan aún como una "de las grandes lacras de Marbella". 

Han propuesto trasladar el polígono a San Pedro Alcántara, con "unos terrenos aún mayores que el actual y bien comunicados" y han defendido el modelo de ciudad jardín para el municipio, sin rascacielos y respetuoso con el medio ambiente.

Al igual que otras formaciones políticas, reclaman un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), y también anuncian que harán una auditoría si consiguen llegar al Ayuntamiento. 

Consideran fundamentales servicios como la limpieza y la seguridad, así como un sistema de transporte público "digno". 

Por último, sobre la lista electoral han señalado que es "cien por cien ciudadana" y cuyos miembros se rigen por un código ético.