La dejadez de la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, en sus 16 años en el cargo, ha situado al
Convento de la Trinidad al borde del derrumbe, lo que hizo necesario que antes de Semana Santa se apuntalara uno de sus muros.
El sistema con
vigas de madera, algunas incluso apoyadas en el edificio de enfrente, eran todo un peligro para las personas que pasaban por la calle Viento, que no fue cortada en ningún momento.
Los vecinos también alzaron la voz y trasladaron sus quejas al Ayuntamiento y las hicieron públicas a través de
Marbella24horas, que informó sobre su malestar el pasado 25 de abril.
Desde entonces, ha tenido que pasar más de un mes para que el equipo de gobierno
les haya hecho caso finalmente.
Solo reclamaban un sistema de contención que ofreciera una
mayor seguridad y que permitiera el paso por esta vía en pleno Casco Antiguo.
Citaban como ejemplo el andamiaje situado en la
calle Aduar en un edificio cuyo techó de vino abajo el pasado mes de marzo por las lluvias.
Y precisamente ese mismo sistema es el que ha colocado ahora el Ayuntamiento en el Convento de la Trinidad, con
soportes metálicos y una valla de protección embellecida con una lona, que permite pasar por la calle.
Resulta evidente que no era tan difícil lo que pidieron los vecinos, sino algo totalmente lógico, y así se ha hecho al final.
El primer apuntalamiento que se puso antes de Semana Santa en el Convento de la Trinidad.
Por un lado, ese problema parece resuelto, pero ahora está por acometerse la
rehabilitación de este edificio histórico y evitar que termine derrumbándose.
En el pleno del pasado mes de mayo, tanto PP como Vox
rechazaron una moción del PSOE para que el Ayuntamiento actuara en el Convento de la Trinidad.
La alcaldesa lleva prometiendo desde 2008, poco después de su llegada a la alcaldía, proyectos para recuperar este inmueble de titularidad municipal.
Incluso en 2013 llegó a anunciar que albergaría el
Museo de Arquitectura y Diseño Moderno (MAD) en una iniciativa privada.
En 2018 dijo que se había aprobado el proyecto básico de
restauración y rehabilitación del claustro y capilla del antiguo Convento de la Trinidad, actuación que contaba con 1,8 millones de euros de presupuesto.
La realidad es que el
pasado mes de abril se apuntalaron los muros porque había riesgo de que se cayeran y ahora se ha decidido cambiar el andamiaje.
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