Una vez conseguido el dinero, 13.000 euros, para fletar un autocar, los bomberos se pusieron en marcha
el pasado martes día 15, desde el Palacio de Congresos de Marbella.
Allí cargaron todo lo que pudieron el vehículo, tanto en los maleteros como también sobre los asientos para viajeros, con ayuda humanitaria, principalmente
comida y medicamentos.
La expedición, apoyada también por un coche, la formaban
seis bomberos, una enfermera, un traductor y los dos conductores para el autobús.
Después de más de 3.000 kilómetros, con sus paradas obligatorias,
el jueves 17 a mediodía llegaron a su destino:
Varsovia, la capital de Polonia.
"Descargamos la ayuda humanitaria en una zona que tienen habilitada y desde donde la envían rápido a Ucrania", ha señalado a
Marbella24horas uno de los integrantes de la expedición, el bombero
Manuel Lavigne.
Tras descansar en un hotel, el
viernes 18, a primera hora de la mañana, fueron a buscar a los refugiados que iban a trasladar hasta España.
"Estaban en unas carpas gigantes, junto a la
estación de tren, donde descansan y les atienden muchas ONGs", explica Lavigne.
Las personas a las que tenían que recoger habían sido ya seleccionadas por una asociación ucraniana de la Costa del Sol, que las había citado para esa mañana.
Finalmente, en el autobús se montaron
44 personas: 31 mujeres (una de ellas embarazada), 12 niños (entre ellos un bebé de un año) y un hombre de 84 años.
Procedían de distintos puntos de Ucrania desde los que habían huido por la guerra. "Todos
venían con lo puesto, una pequeña mochila y nada más", asegura Manuel Lavigne.
"Se les veía
rotos de dolor y llenos de preocupación. Les dimos cariño, pero también espacio. Nos fuimos acercando a ellos poco a poco", explica.
El viaje de vuelta fue, lógicamente distinto. Durante las paradas obligatorias se alojaban en hoteles para descansar, aunque ahora eran 44 personas más.
"Hemos traído también a
siete perros y a un gato que se han portado muy bien y no han hecho ningún ruido durante el viaje", señala Lavigne.
La expedición llegó a Marbella este pasado
domingo día 20 a primera hora de la tarde y, aunque estaba previsto que los refugiados pasaran la noche en el Fuerte Nagüeles, optaron por ir ya directamente a los hogares de acogida.
No todos ha llegado hasta Marbella, donde se quedarán con
familiares, amigos o ciudadanos solidarios, ya que para algunos su destino ha sido Barcelona, Madrid, Canarias y Alicante.
Manuel Lavigne, que ya estuvo en Lesbos durante la crisis humanitaria de Siria, señala que esta ha sido una "experiencia muy positiva".
Cuando apenas ha regresado, ya piensa en
una nueva expedición. "Quizá otro autobús o también estamos pensando un proyecto con Médicos Sin Fronteras para traer a personas que necesiten tratamientos sanitarios", concluye.
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