Adjudican tres años después las obras de la carretera de Istán en Marbella

La consejería de Fomento a informado este viernes de este nuevo paso, dentro de un proceso muy lento que se inició con un protocolo entre Junta y Ayuntamiento en mayo de 2019.

Entonces, se afirmó que las obras estarían en marcha en 2020 y se anunciaba como un gran logro, aunque la realidad ha sido otra. 

Han pasdao más de tres años hasta que ahora se ha realizado la adjudicación de las obras, uno de los últimos trámites antes de que comiencen, aunque no se ha especificado cuándo. 

La empresa madrileña Lantania se encargará de los trabajados al haber relizado una sorprendente rebaja en los tiempos actuales de unos 800.000 euros sobre el precio de licitación. 

Una vez se inicien las obras, el plazo de ejecución previsto es de 12 meses. 

De los 4.190.856 euros en que se ha sido adjudicada la actuación, el Ayuntamiento de Marbella aportará el 40%, mientras que la Junta, que debería pagarlo todo, se hará cargo solo del 60%. 

En otros tiempos, la alcaldesa, Ángeles Muñoz, habría criticado con fuerza este tipo de acuerdos, pero ahora los facilita con su partido en el gobierno regional. 

El proyecto incluye arcenes de 1,5 metros de anchura, la rectificación de su perfil longitudinal y la construcción de cuatro glorietas que regulen la circulación, reduzcan la velocidad y mejoren la seguridad vial en los cruces existentes.

Asimismo, se construirán acerados perimetrales en ambos márgenes de 2,5 metros de anchura.

También se ejecutarán obras de drenaje transversal para la mejora del funcionamiento hidráulico, con la ampliación mediante marcos prefabricados de la obra de fábrica existente en el Arroyo del Tejar y en la sustitución de dos obras de fábrica de dos escorrentías naturales.

Por otra parte se actuará en el drenaje de la plataforma y sus márgenes mediante la disposición en ambas aceras y junto a la línea de bordillos, de sumideros de rejilla y de tipo buzón.

Por último, se incluirán cunetas en los márgenes al pie de los desmontes para evitar la llegada del agua a los acerados.

Todo ello en un tramo de unos 1,8 kilómetros entre la intersección con la antigua carretera nacional N-340 hasta el cruce con la autovía del Mediterráneo (A-7).