Cuatro meses después de las moción de censura, las heridas van cerrándose, al menos las más superficiales, ya que hay otras profundas que tardarán mucho más.
Analizamos con José Bernal su etapa al frente del Ayuntamiento, los acontecimientos que le arrebataron la alcaldía y cómo se presenta el futuro.
Nombrado recientemente presidente del PSOE provincial, ya no tiene ningún cargo orgánico en la agrupación de Marbella y se centrará únicamente en la candidatura para las próximas elecciones municipales de 2019.
Considera que ni Marbella ni San Pedro Alcántara han ganado nada con la moción de censura. Dice que nunca sospechó de Manuel Osorio y sigue defendiendo las obras que se realizaron, especialmente en los barrios, durante su mandato.
Mirando al futuro, tiene claro que no volvería a pactar con OSP y quiere jugar la baza de que los ciudadanos comparen su gestión con la que se está haciendo ahora.
- El tripartito rompió con las mayorías absolutas. ¿Ha sido difícil gobernar entre tres?
- En España no estamos acostumbrados a gobiernos de pactos, pero aquí lo hemos llevado muy bien, buscando siempre el consenso, sacando adelante las propuestas que creíamos adecuadas. Nadie puede decir que estos dos años se han percibido fricciones. Al contrario, siempre tuvimos un discurso de unidad. Es justo lo contrario de lo que se percibe ahora, con dos gobiernos, uno de OSP solo para San Pedro Alcántara, y el del PP para Marbella. Nosotros siempre estuvimos unidos.
- ¿Habría sido todo más fácil con CSSP-Podemos dentro del equipo de gobierno?
- Sí, por supuesto, porque lo que les faltaba era conocer de primera mano la complejidad de gobernar. Y con esto no quiero culpar a Podemos de la decisión que tomó OSP, porque hemos gobernado durante dos años con el apoyo de CSSP.
- ¿Cómo fue la relación con IU?
- Muy buena, tanto con ellos como con OSP, por lo que no entendemos todavía la moción. Siempre actuamos como un gobierno unido, dejando a un lado los intereses particulares y priorizando siempre los de los ciudadanos de Marbella y San Pedro Alcántara.
- ¿Cree que había malestar en Marbella con las concesiones hacia San Pedro?
- Nosotros cumplimos con nuestro programa electoral y con los acuerdos de gobierno y gobernabilidad. Fuimos leales con lo que dijimos. Quien no lo ha sido es OSP, que se ha ido con el PP, un partido que ha dejado de ser centralista para regalar prácticamente el presupuesto a OSP y no tener ninguna tutela.
- ¿La actitud de Manuel Osorio les generó desconfianza en algún momento?
- Públicamente él siempre ha estado más cercano ideológicamente a las tesis del PP, pero en el gobierno no ha habido ninguna desconfianza ni sospecha ante nadie. Solo tuvimos capacidad de trabajo y a Manuel Osorio le apoyamos y arropamos, yo especialmente, en una concejalía que era especialmente difícil y que le costaba trabajo sacar adelante.
- ¿Ni siquiera sus declaraciones en los últimos meses les generaban inquietud?
- En el juego que hacía OSP a él le tocaba ser más partidario del PP y a Piña del PSOE. Pero insisto en que en la gestión de gobierno no veíamos diferencia entre ambos en cuanto a las actitudes. Otra cosa era el papel que asumían a nivel de partido político.
- ¿Qué les pidieron durante las negociaciones para renovar el pacto?
- Pues dar un pasito más en la autonomía de San Pedro Alcántara, o más bien que se cumpliera lo que ya estaba en el decreto. También plantearon privatizaciones que no tenían cabida y les propusimos la fórmula de las bolsas de empleo, que creíamos más justa.
- ¿Qué cree que decantó la balanza en primera instancia para que renovaran el pacto?
- Que nosotros somos sinceros, no tenemos por qué decir mentiras. Recuerdo que cuando salí de la reunión del consejo consultivo el 31 de julio, muchos miembros valoraron que hubiera sido especialmente sincero con ellos y que les dijera que no a algunas cosas que planteaban. Algunas no tenían encaje y otras era imposible cumplirlas y por eso no me iba a compremeter a hacerlas porque les habría engañado. Prefería no ser alcalde antes que mentirles.
- ¿Qué papel cree que tuvo Osorio para que todo cambiara en diez días?
- Pues si lo que hizo, como piensa mucha gente, fue presionar para irse con el PP, tendrá que explicarlo. No creo que se tirara en los brazos del PP solo para resolver su incapacidad en la Delegación de Hacienda, porque hablaría poco a su favor. Lo que despejaría las dudas es que él lo explicara.
- Han pasado cuatro meses desde la moción de censura, ¿ha encontrado los motivos?
- No, no he encontrado ninguno, y viendo la reacción de OSP en los últimos meses y también en las actuaciones del PP, cada vez tengo más dudas.
- Le cuesta utilizar la palabra traición, que otros partidos usan habitualmente.
- Bueno, creo que OSP no fue leal ni con la palabra que nos dio a nosotros ni a la ciudadanía. Creo que en el ámbito político casi todo tiene cabida, pero en el personal sí me sentí traicionado, y para mí el ámbito personal es más importante que el político.
- ¿Se le pasó por la cabeza alguna vez que vería a Piña gobernando con el PP?
- No, nunca, porque Piña conoce las actitudes de Ángeles Muñoz, tanto las públicas como las privadas que él y yo sabemos. Nunca pensé que pactaría con el PP y mucho menos que pusiera a Ángeles Muñoz como alcaldesa.
- ¿Cómo es posible que los anteriores presupuestos se apoyaran en mayo, y ahora antes de Navidad?
- Nosotros intentamos establecer unos presupuestos basados en el diálogo con todo el mundo. En aquella época, Manuel Osorio era especialmente riguroso en el cumplimiento de la ley y hasta que no tuvimos establecido el techo de gasto y todos los estudios de ejecución no se elaboraron. Ahora parece que todo da igual y que no hay voluntad de diálogo con los grupos ni los colectivos. Marbella va a sufrir en el futuro con la decisión de saltarse el techo de gasto.
- ¿Pudo Osorio estar preparando el terreno para la moción de censura con ese retraso?
- Creo que no, pero cuando escuchas a Félix Romero y a Ángeles Muñoz a veces me planteo que sí. Porque solo atacan la gestión en Hacienda y al final te quedas pensando si la estaría bloqueando, no sé con qué fin, si para generar inestabilidad y justificar la moción.
- ¿De qué está más orgulloso tras sus dos años como alcalde?
- De irme con la cabeza alta, de poder pasear por la calle y que la gente me traslade su cariño. Yo percibo que me quieren. Todo el mundo ha visto que me he dedicado a trabajar, a sanear el Ayuntamiento, a invertir en barrios que estaban abandonados. Si nos dejan un poco más habríamos hecho todavía más cosas. Por supuesto también nos hemos equivocado, soy el primero en reconocerlo, porque la prepotencia la dejamos en la puerta del Ayuntamiento al llegar, pero me siento orgulloso de la gestión que hemos hecho.
- Siempre saca pecho de las obras en los barrios.
- Por supuesto. Le voy a poner un ejemplo. Cuando llegamos a gobernar nos reunimos con los vecinos de la calle Lobatas y estaban desencantados porque antes habían hablado muchas veces con ellos y Ángeles Muñoz les había engañado. Recuerdo que una señora mayor que dijo que como ellos eran pocos vecinos, mayores y tenían casitas muy pequeñas, nadie se iba a gastar dinero allí. Ese día tuve claro que había que arreglar esa calle, por que si no lo hacíamos los socialistas no lo haría nadie. Hicimos muchas obras en calles y barrios, hasta un parque acuático en la Plaza de Toros, que nos decían que lo iban a romper el primer día, como si esos niños no tuvieran el mismo derecho que otros. Lo mismo nos pasó en la plaza Manuel de Falla, donde unos mayorcetes juegan a la petanca y también les habían engañado. Hoy tienen una plaza renovada con cinco pistas. Dimos respuesta a personas desencantadas con Ángeles Muñoz.
- ¿Por qué ha decidido volver al instituto y no asumir una liberación completa en el Ayuntamiento?
- Soy profesor de Historia y esa es mi vocación. Quiero estar en contacto con la gente, en la calle, para ser consciente del día a día de mis vecinos. No quiero estar en los despachos, porque mi percepción de la realidad no sería la misma.
- ¿En qué ha salido ganando San Pedro Alcántara con el bipartito?
- Absolutamente en nada. Al contrario, muchos sampedreños han visto que se les identifica con OSP y con una moción de censura traicionera y no quieren que sea así. No les ha gustado lo que ha pasado y rechazan que se les tache de acaparadores de lo público, menos aún en este momento con el tema de Cataluña. Creo que OSP no va a tener buenos resultados en 2019 por mucho dinero que tenga en los presupuestos, que realmente luego no es tanto. San Pedro ganó hace dos años cuando le devolvimos la autonomía, recuperamos la Tenencia y se hizo un reparto con las mismas oportunidades y servicios que el resto del municipio.
- ¿Y en qué ganado Marbella tras la moción de censura?
- Pues igualmente en nada, más bien se ha perdido todo lo que hemos contruidos en estos dos años, un proyecto de reformas, transparencia, participación, cercanía a la gente. Todo esto se ha desandado. La gente vuelve a hablar del neogilismo y eso no es lo mejor para Marbella.
- ¿Qué es lo que más le ha fastidiado no poder acabar?
- Sobre todo proyectos que teníamos previstos, principalmente determinadas obras que estamos exigiendo ahora al gobierno del PP porque las ha eliminado y no quiere darles continuidad solo porque tenían el sello del PSOE.
- ¿Ha sido débil con la Junta de Andalucía a la hora de pedir inversiones?
- ¿Qué tendría que haber hecho, ponerme a pelear con las administraciones? No lo hice tampoco con el Gobierno de España, que no ha hecho nada en Marbella. Como alcalde fui leal con otras instituciones, del color político que fueran. Creo que es mejor buscar el diálogo y no la confrontación, ni utilizar a Marbella como arma arrojadiza.
- ¿Qué va a pasar con La Bajadilla y el hospital?
- Es un regalo envenenado que Ángeles Muñoz ha dejado a Marbella. Sus tres grandes proyectos ha sido un fiasco y han acabado en los juzgados, incluyendo el PGOU que anuló el Supremo. En el puerto nos hemos encontrado ahora con una sentencia que deja muy mal a la alcaldesa y que además hace que no pueda haber una salida inmediata. Con el hospital, la señora Muñoz ha hecho mucho daño a Marbella. Se puso a pleitear con la Junta y la empresa y al final todo se bloqueó, acabando con un embrollo jurídico que por más que quiera la Junta no lo puede solventar. Son las consecuencia de una alcaldesa que se enfrentaba a todo el mundo.
- ¿Cómo afronta el PSOE el camino hacia las próximas elecciones municipales de 2019?
- Ahora contamos con un elemento novedoso como es que la ciudadanía tiene la capacidad de comparar la gestión, esa va a ser nuestra fortaleza. Vamos a seguir siendo honrados y a no prometer lo que no podamos cumplir. Los vecinos podrán poner en una balanza quiénes son más honrados, quiénes se preocupan más por los que peor lo están pasando, quiénes han traído inversiones y quiénes ha saneado el Ayuntamiento al que ahora quieren meter en otro plan de ajuste.
- ¿Se ve de nuevo como alcalde en 2019?
- Para esto estoy trabajando y confío en tener el apoyo de mis vecinos. He vuelto al instituto para seguir en la calle, cerca de ellos, rechazando otros cargos en el partido, diciendo incluso que no a la propia Susana Díaz. Para mí no hay ningún cargo institucional más importante que ser alcalde de Marbella, ni ministro, ni consejero. Es lo máximo y claro que me veo de nuevo como alcalde en 2019.
- ¿Ve posible un pacto de izquierdas?
- Sí, claro, nosotros somos un partido abierto a los pactos y a todos los que quieran colaborar. Ha quedado demostrado que tenemos talante para abrir el gobierno a los que quieran sumar para Marbella y San Pedro Alcántara. Eso sí, con la política social por delante, que consiste en preocuparse por los que más lo necesitan. Eso es lo que volveremos a hacer en 2019.
- ¿Volvería a pactar, si se diera la circunstancia, con OSP o con Manuel Osorio y Rafael Piña?
- No. Si OSP quiere darnos el voto para gobernar, lo aceptaríamos, pero un pacto de gobierno sería muy díficil.
- ¿Pactaría con Ciudadanos?
- No tenemos ningún problema para pactar siempre y cuando el programa para Marbella sea de carácter social y de progreso.