"El Ayuntamiento necesita más transparencia y participación"

- ¿Por qué decide dar el salto a la política?
- Porque ves que hay cosas mejorables y lo intentas a través de iniciativas cívicas. Te resistes un poco a entrar en política, hasta que te das cuenta de que a veces es necesario acceder al poder si quieres que te escuchen. No debería ser así. Espero que si el día 24 los marbellíes depositan su confianza de Ciudadanos, Habitantes y Gentes de Marbella eso cambie.

- ¿Por qué ha elegido este partido?
- Me llamaron ellos. Yo estaba en "Marbella San Pedro en Positivo", un proyecto afín. Lo lógico era aunar fuerzas. También vinieron muchas personas del entorno de Ciudadanos (C’s). Ciudadanos de Marbella no es un partido tradicional. La estructura es muy horizontal. Todo es conciso, liviano. Los gastos son mínimos.

- ¿No cree que hay un exceso de partidos, incluso de política?
- La política es importante, pero no es más que una pequeña parte de la vida. Hay mucho más: arte, ciencia… mil cosas. La política debe contraerse a sus justos términos, no puede estar en todo. En 1985 a Julián Marías le otorgaron el Mariano de Cavia por su artículo “La libertad en regresión”. Fue premonitorio. Creo que hoy necesitamos menos Estado y más ciudadanía.

- Dice que los gastos de su partido son mínimos, ¿cuánto va a costar la campaña?
- Pues, si no me equivoco, creo que saldrá por unos 2.300 euros, y eso que hemos cometido algún error de novatos.

- Ha manifestado públicamente que fue votante del PP. ¿Llegó a ir en alguna lista electoral?
- Sí, una vez. Cuando mataron a Miguel Ángel Blanco, en Ermua. Nadie quería ir en la lista electoral del PP. Yo dije que iba, creo que la séptima.
Era decir “habéis matado a Miguel Ángel pero con todos no podéis”.

- Ha formado parte de movimientos contra los rascacielos, talas, deslinde... ¿por qué?
- En Madrid también me involucraba. Si hablamos de árboles, los pinos de Santa Margarita son un caso paradigmático: para hacer una obra en plena zona de protección del dominio público marítimo se están talando unos pinos centenarios maravillosos. ¿Es que nadie lo ve? Ya he conseguido que la Junta tome cartas en el asunto, porque mis denuncias en el Ayuntamiento y en la Delegación cayeron en saco roto. Los pinos ya no los va a resucitar nadie. Así es la corrupción.

- ¿Y en las lindes?
Lo vi por casualidad, en una imagen que Miguel Lima subió a Facebook con los metros que Marbella daba a Benahavís y los que recibía a cambio. El desequilibrio era evidente.

- ¿Qué destacaría de su programa electoral?
- Pues, en muchas cosas, coincidimos con otros partidos: limpieza, seguridad, transportes, residencia de mayores, guarderías… son necesidades evidentes.
Sin embargo en otras cosas sólo hacemos hincapié nosotros.

- Por ejemplo.
Pues por ejemplo urbanizaciones, cultura, bienestar animal o casas de acogida para embarazadas y para víctimas de la violencia en el hogar, no sólo mujeres.
Asociaciones como Despertar Sin Violencia o la Fundación Madrina hacen una labor maravillosa pero no tienen los recursos mínimos, y la casa de acogida de Cáritas ha tenido que cerrar. Marbella es rica en inmuebles. La Ley de Racionalización prevé que se pongan esos inmuebles a disposición de la gente. No se está haciendo, ¿por qué?

- En su programa hablan del bienestar animal.
- No va sólo en nuestro programa, va en nuestros Estatutos, que es mucho más. Nada justifica tratar mal a un animal. Tengo una modesta pero eficiente protectora y hablo desde la experiencia: con poco se puede hacer mucho, muchísimo. La concienciación social es básica.

- ¿La cultura es necesaria?
- Es indispensable: tanto por la calidad de vida de quienes vivimos aquí como porque nuestra principal industria es el turismo, y éste demanda cultura.
La cultura crea valor y es un yacimiento de empleo, sin duda. Nuestra vecina Málaga lo está haciendo muy bien.

- ¿Y las urbanizaciones?
Pues lo cierto es que el Ayuntamiento debería estar encargado del mantenimiento de las calles y las zonas verdes, pero no lo hace y lo pagan los vecinos a través de su comunidad de propietarios. La ley prevé la creación de Entidades de Conservación. Las comunidades se siguen encargando de la conservación, pero reciben una subvención.

- Menciona las comunidades, ¿pero es competencia municipal?
Sí, es materia de consumo. No cuesta nada tener un servicio que centralice las quejas. Las irregularidades en las comunidades son muchas. Entre el IBI y los recibos de comunidad hablamos de mucho dinero al año. Fomentaremos la mediación y el arbitraje a la hora de solucionar diferencias. Funciona muy bien. Es mucho más barato y ágil que acudir a la justicia, y el resultado tiene el mismo valor que una sentencia.

- ¿Qué cambiaría del Ayuntamiento?
La transparencia: nadie entiende las cuentas, por ejemplo. O los contratos, que muchos se dan a dedo, fraccionándolos, por vía de urgencia sin motivar. Simplemente no es legal. Habría que publicar los plazos en que se resuelven las cosas o lo que han costado, por ejemplo. Hay que decir la verdad, y sobre ella ir mejorando. Y también está la participación. La ley obliga a fomentarla, a preguntar a la gente. ¿Por qué no se hace?