La afición está totalmente enganchada al equipo. Tanto los fieles, que apoyan desde principio de temporada, como los que ahora se suman, están tirando del Marbella FC con su aliento desde las gradas.
Este domingo, en el último partido de liga, tocaba festejar la clasificación para la fase de ascenso y se registró la mejor entrada de la temporada, con unas 4.000 personas en las gradas.
Ha sido el ensayo general para el momento de la verdad, que llega ahora, con las tres eliminatorias que deberá superar el conjunto blanquillo si quiere dar el salto de categoría.
Los aficionados comenzaron pronto a volcarse. Desde las 16:00 horas fueron llegando las inmediaciones del club, en la zona de oficinas, para preparar el recimiento al equipo.
Primero llegó el autocar del Villanovense y, unos minutos antes de las 16:30, aparecía el del Marbella FC, aclamado por un numeroso grupo de seguidores, que han llevado en volandas a los jugadores hasta el vestuario.
Se respiraba ambiente de fútbol junto al Municipal. Incluso, dos horas antes del encuentro, se formaban las primeras colas en la taquilla para comprar entradas.
Después, en el campo, gran ambiente, pese a que el partido fue televisado en directo por Canal Sur, algo que nuevamente no retrajo ni mucho menos al público.
No faltó, como es habitual, la pancarta para reivindicar instalaciones deportivas dignas en el municipio y los cánticos de "estadio nuevo ya".
El estadio estalló con el gol de Francis Ferrón, en el minuto 84, que se hizo esperar, aunque no sirvió para que el equipo acabara campeón y se pudiera jugar el ascenso en una sola eliminatoria.
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La afición blanquilla insiste en reclamar instalaciones dignas para Marbella. (Foto: J.C.A.)
Con el final del partido, desde megafonía se pidió a los aficionados que no saltaran al campo ya que la Federación había advertido ya al club tras la invasión que se había producido dos semanas antes con el Melilla para festejar el triunfo.
Los jugadores y técnicos del Marbella FC hicieron una piña en el centro del campo, mientras el árbitro se retiraba y ahí sí ya saltó gente para continuar la fiesta en la entrada de vestuarios.
Fue una tarde casi redonda. Solo faltó que el Écija hubiese podido ganar en Cartagena y que los blanquillos hubieran podido acabar primeros, pero la segunda plaza es todo un éxito para un equipo que partió con el objetivo de la permanencia.
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