Un año después del fatídico día en el que Arévalo perdía la vida mientras dormía, sus amigos no han querido dejar pasar la oportunidad de recordar a un buen deportista y excelente persona que dejó un enorme vacío.
Simpático y lleno de sentido del humor, Alejandro Arévalo dejó tras de sí una interminable lista de amigos que no han dudado en poner su granito de arena para participar en este I Memorial en su honor.
En el Parque Vigil de Quiñones se hacía entrega a la familia de una placa, un libro de firmas y un ramo de flores, además de más de un centenar de fotografías que han ido aportando sus amigos.
En el campo Carlos Sánchez Navarro se organizó también un partido de fútbol entre sus amigos y muchos de los que fueron sus compañeros de equipo en sus años en el Vázquez Clavel y en el posterior Vázquez Cultural. Antes de comenzar el encuentro se guardó un emotivo minuto de silencio.
Tras el partido de fútbol se completó el Memorial con una comida en El Pinar del Vigil de Quiñones en el que se recordó continuamente algunas de las vivencias y ocurrencias del bueno de Arévalo.
Su buen carácter y su eterna sonrisa seguro que hubieran estado de acuerdo en que su recordatorio estuviera lleno de amigos y en un buen ambiente. Alejandro Arévalo siempre permanecerá en la memoria y el corazón de los suyos.
Muchos amigos quisieron estar presentes en este I Memorial Alejandro Arévalo.