La exposición ha sido inaugurada esta mañana en un acto que ha contado con la presencia de la concejala de Cultura, Carmen Díaz; el primer teniente alcalde, Félix Romero; el presidente de la Comunidad Judía de Marbella, Raphäel Cohen, y el propio autor, Rafael Romero.
Díaz ha destacado “la excelencia y calidad pictórica” de la obra de Rafael Romero y ha subrayado que “el paisaje nostálgico que evoca en sus pinturas es un fiel reflejo del crisol de culturas que convivió en Sefarad y es el mismo espíritu que caracteriza a una ciudad como la nuestra, abierta, cosmopolita y tolerante”.
Rafael Romero, por su parte, ha agradecido el apoyo del Ayuntamiento y la Comunidad Judía de Marbella y ha indicado que la muestra “es un recorrido emocional por Sefarad, un territorio personal en el que conviven la nostalgia, por aquello maravilloso que fue y dejó de ser, y la esperanza, reflejada a través del color como metáfora de vida y lucidez”.
El pintor ha señalado que “la Sefarad de calles vacías y puertas cerradas simboliza una parte incompleta de la historia de España que se inicia con la injusta expulsión de los judíos por parte de los Reyes Católicos” y ha afirmado que “es una satisfacción que Marbella albergue esta exposición porque es un ejemplo magnífico de la coexistencia pacífica entre todas las culturas y religiones que debe primar en cualquier ciudad”.
Romero, que se ha definido a sí mismo como “un obrero de las emociones”, ha explicado que “tras un periodo que se inicia en la adolescencia en el que la pintura surge del cerebro y el cuestionamiento del mundo, con ‘Sefarad’ retomo la obra como la concebía de niño, desde el corazón y de forma absolutamente libre, humilde y sin pretensiones”.