Es momento de desconectar, de descargar toda la tensión provocada por la crisis.
Son numerosos los beneficios asociados con tomarse un tiempo para nosotros, para la familia, para realizar actividades de ocio, salir, viajar o simplemente desconectar.
Al tomarnos un descanso, mejoramos nuestra productividad, nuestra creatividad y prevenimos posibles patologías relacionadas con nuestro ritmo de vida actual. Mejoramos nuestro bienestar físico y emocional.
Y es que hay vacaciones ajustadas para todos los bolsillos. Pero este año la polémica va a ser bien distinta para los afortunados que podamos elegir cuándo y por cuánto tiempo coger vacaciones. ¿Merece la pena cogerse unos días ahora o conviene esperar?
Muchas familias ya tenían sus billetes y sus estancias reservadas para viajar a algún destino. Llevaban organizándolo meses y les ha tocado lidiar con la frustración de tener que cancelar sus planes y conformarse con veranear cerca de casa.
No es posible viajar a un lugar libre de Covid.
Lo primero que tendremos que plantearnos es elegir un lugar adaptado a las necesidades de cada uno (no es lo mismo si viajamos sólo, en pareja o en familia). Y decidir si vamos a sentirnos cómodos o por lo contrario el salir de casa va a ser una fuente más de estrés para todos. Y no hay virus más contagioso que el miedo.
Si viajamos en familia habrá que explicar a los menores normas básicas para acomodar nuestras vacaciones a la situación actual.
¿Y si no es posible viajar?
En este caso, lo aconsejable sería tomarnos unos días para romper con nuestra rutina, desconectar del móvil y de las redes sociales y planificar actividades de ocio con amigos o familia.
Se trata de cambiar la forma de ocio, no de renunciar a nada.
Imagina que hubiera una ola de calor. Cambiara el clima de nuestro planeta de manera radical y viviéramos en un eterno verano. Pues habría gente que continuaría llevando ropa de invierno en diciembre.
Este ejemplo, refleja la situación actual en la que todavía hay personas que se resisten al cambio, a aceptar que no se trata de volver a la vida normal, si no a vivir con normalidad la situación actual. Y esto implica cambios en nuestra forma de ver, de hacer las cosas y de relacionarnos.
Viajar y disfrutar de nuestro tiempo de ocio de manera segura empieza por desechar viejos hábitos e instaurar nuevos .
“El pesimista se queja del viento, el optimista espera a que cambie, el realista ajusta las velas”-William Arthur Ward
Establecer como página de inicio
Añadir a favoritos
