¿Qué ocurre cuando se para el tiempo?

Nuestro día a día se vuelve caprichoso en esta era postpandémica, o pandémica, según se mire. Son muchos los españoles obligados a aislarse en sus domicilios como medida preventiva (algún contacto con algún positivo, algún síntoma leve…) a la espera de que les comuniquen cuándo podrán incorporarse a sus trabajos o cuando podrán volver a salir de una habitación.

Somos seres sociables - "Mami, me quedaré contigo todo el tiempo cuidándote hasta que te pongas buena".

El aislarnos, el no poder cuidar de los nuestros cuando más lo necesitan es algo que va contra natura. Somos seres sociables desde que nacemos hasta que nos vamos de este mundo. Según la etapa del ciclo vital que estemos viviendo, vamos a necesitar los cuidados de nuestros seres queridos para poder mantenernos a flote.

Nuestro cerebro es social

Mientras nos socializamos, nuestras neuronas espejo, responsables de nuestra capacidad de imitar acciones que vemos, trabajan para almacenar datos sobre las emociones y conductas de los demás y nos predisponen a aprender de esas interacciones. Nuestras relaciones sociales moldean nuestra configuración cerebral, y al mismo tiempo condicionan nuestras futuras interacciones.

En palabras de Daniel Goleman: "Si no eres capaz de controlar tus emociones estresantes, si no puedes tener empatía y relaciones afectivas, entonces da igual lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos".

Consecuencias negativas del aislamiento

Numerosos estudios documentan los efectos del aislamiento en animales y en humanos a largo plazo. Permanecer aislados, disminuye la esperanza de vida y puede llegar a alterar funciones ejecutivas (razonamiento y memoria) y desestabilizar marcadores biológicos importantes para nuestro correcto funcionamiento.

El aislamiento, puede ser un factor de estrés que desencadene o agrave patologías como son la ansiedad y la depresión. Por eso es importante gestionar las emociones derivadas de este proceso de aislamiento por largo que nos parezca.

Sólo aceptando y vivenciando nuestras emociones negativas podremos tener el estrés a raya para adaptarnos a esta nueva situación que se nos presenta

Es importante permitirse estar consigo mismo y validar cada una de las emociones y pensamientos que vayan viniendo. Es normal estar enfadados, es normal estar tristes por no ver a nuestros seres queridos y sentir ansiedad por todas esas cosas que "nos hemos dejado pendiente por hacer".

Mi propuesta para estos días

• Reconcíliate contigo mismo y con el mundo y permítete estar contigo mismo. Tú eres tu mejor compañía.
• Mantén a raya esos pensamientos negativos improductivos que te llevan a una emoción negativa y hacen que tu estado de ánimo se venga abajo.
• Práctica el autocuidado: cuida tu dieta y come sano, practica algo de ejercicio, lee un libro, ve una buena película, escucha tu música favorita, descansa y permítete no hacer nada por unos días si es lo que te apetece. No te juzgues por no aprovechar este tiempo de manera productiva actualizando tu cuenta de instagram o haciendo trabajo atrasado. Bastante tienes con lidiar con la situación, así que no seas esclavo de lo que "deberías" hacer.

Y empatiza….

Empatiza mucho contigo mismo y con quienes te rodean y piensa que la mejor manera de cuidar a tus seres queridos comienza por cuidarte a ti mismo.

"La habilidad de hacer una pausa y no actuar por impulso, se ha convertido en una habilidad básica para la vida diaria" - Daniel Goleman