Sobre la estación de autobuses

Aquellos que arriban a nuestra ciudad a través del transporte público del autobús, la primera imagen que reciben de Marbella es precisamente su estación de autobuses. Recientemente se ha llevado a cabo una profunda remodelación, con el objeto de dotarla de una mejor imagen y unas mejores instalaciones, ya no sólo para los visitantes, sino para los vecinos que la usan para sus diarios desplazamientos o para sus viajes.

Los que hemos conocido la antigua y vetusta estación de autobuses situada en Ricardo Soriano, cuando construyeron la actual, si mal no recuerdo, sobre el año 97 o 98, no pudimos sino alegrarnos por contar, al fin, con un medio-digno lugar para poder desplazarnos en ese medio de transporte. En la memoria de todos queda, no obstante, aquel edificio en deplorables condiciones de limpieza y ornato, con el trasiego de pasajeros y autocares en pleno centro de la ciudad, el caos en ese punto, con vehículos que llegaban desde la costa (sentido Málaga) y los que lo hacían desde San Pedro, Estepona… Con una isleta en mitad de la calzada para el giro. Algo que, por suerte, pasó a la historia.



La actual estación, pese a que tiene apenas dos décadas, desde primera hora parecía ya antigua, con un diseño más cercano a un hangar que a un lugar destinado al público, nacional e internacional que nos visita, o bien para los ciudadanos que la usan a diario, un sitio incómodo y en cierta medida, insalubre. Sobre todo, y sin querer insistir en el asunto de la imagen, que una ciudad archiconocida como Marbella tuviera ese lugar como punto central de las comunicaciones por vía terrestre, que dicho sea de paso, son las únicas que tenemos… era cuanto menos vergonzoso.

Hace meses, y al margen del debate que podría existir sobre la concesión a la empresa Avanza (antigua Portillo) sobre el transporte urbano, y sobre las condiciones del transporte interurbano, lo cierto es que se aprobó por el Ayuntamiento proceder con la modificación, transformación, reforma y modernización de la estación de autobuses.



Como punto de arranque de la reforma, amén de la depauperada imagen que ofrecía, sabemos que tambien obedecía a la reciente condena sufrida por nuestro consistorio (y por tanto, por el bolsillo de todos), en relación al procedimiento contencioso administrativo iniciado por una serie de vecinos colindantes, que finalizó con la obligación de pago con cargo a las arcas municipales, de una cuantía global de indemnización ascendente a 684.888,66 euros. Por ello, en el anteproyecto elaborado, se prestaba una especial atención a la instalación de pantallas acústicas para evitar ruidos que afecten a usuarios o vecinos de las inmediaciones.

Pues bien, parece que las obras finalizaron hace tiempo, pero hay un importante punto en que está inacabada. Como muestra y antes de nada, hay que ver la noticia publicada en la página web consistorial el 27 de mayo de 2012, esto es, hace más de tres años (http://www.marbella.es/inicio/component/k2/92-noticias/15001.html). Y rezaba literalmente el portal institucional, sobre las obras de remodelación “En cuanto a las características del edificio, destacan la creación de una marquesina moderna e impermeable a la entrada”. Así se decía y así se mostraba.



Y digo que parece inacabada porque hace tiempo que me percaté que esa marquesina, uno de los elementos principales de una estación, porque da cobijo de la lluvia y las inclemencias del tiempo a los usuarios, sigue al aire libre, sin techar. Me pregunto sobre ello: ¿Se habrán olvidado de cubrir la marquesina? ¿No habrá aún llegado la techumbre’ ¿Nadie se ha percatado de que el acceso a la estación, no tiene tejado? ¿En qué forma se recepcionaron las mencionadas obras de reforma? Imagino a cualquier persona, un día de lluvia, de esos que no proliferan en Marbella pero que cuando llegan, todos sabemos los estragos que hacen en la ciudad, y llega a la estación, sale del coche o taxi, coge la maleta, accede a la estación… calada hasta los huesos como poco.

Y como siempre, una imagen vale más que mil palabras. Ahí está la marquesina sin cubrir.



Por último, dentro de ese análisis de la situación en la estación de autobuses, merece un capítulo o mención aparte, el caos de tráfico que se crea por la comodidad de la gente, que colapsan la calle de salida de los autobuses, donde igualmente se sitúa la parada de taxis y… por haber, existe hasta un establecimiento de origen oriental. Esas personas que prefieren siempre dejar en la misma puerta, en vez de usar el aparcamiento situado a no más de una decena de metros. Es cierto que casi siempre se encuentra lleno, pero creo que estorbarían mucho menos si paran sus vehículos en ese lugar, antes que crear embotellamientos como los que, una vez más, muestran las imágenes que ilustran este artículo de hoy. Coches estacionados en la parada de autobús urbano, con lo cual el autocar debe parar en mitad de la calle; taxis que salen de la parada; taxis que llegan con clientes; personas que atraviesan el paso de cebra; vehículos que utilizan esa vía como acceso a la zona de Valdeolletas. Un caos, lo dicho.



Desde esta tribuna de opinión se intenta ayudar a que este pueblo sea, al menos, más habitable, denunciando situaciones un tanto extrañas. Y la estación de autobuses de Marbella ha mejorado algo, aunque queden cosas por terminar. Ahí queda.