Sin visos de arreglo

Con San Bernabé presente y con San Bernabé en el corazón de todos los romeros (aunque algunos marbelleros, sin motivo aparente, no seamos romeros), a la tradicional ceremonia eucarística en la ermita del patrón seguirá una jornada de fiesta entre miles de amigos, celebración que ya se habrá iniciado al alba con el tradicional desayuno de chocolate con churros.

 

Ahora bien, al margen de las honras al patrón, cuando los romeros hayan enfilado el Camino del Pinar, rodeando otro de los enclaves y pulmones verdes de Marbella, el Parque Vigil de Quiñones (el “campamento” como muchos lo hemos conocido desde siempre), muchos habrán observado el estado, deplorable, lamentable, ruinoso… de la ermita del mencionado Vigil de Quiñones. Un pequeño templo que en su momento ha acogido bodas (de conocidos marbelleros, para más señas), y que sigue sin que nadie tome cartas en el asunto para su remodelación.

 

Hace aproximadamente tres años (creo recordar), en la anterior legislatura (de eso estoy seguro) escribí un artículo en otro medio de comunicación y en el cual sugería a los responsables del Ayuntamiento  que procedieran con la reparación de la ermita visto el estado en el que se encuentra. Pues bien, han pasado años y no se ha movido ni un dedo por no decir ni un ladrillo. Nunca una imagen vale más que mil palabras.

 

¿Tanto cuesta que un enclave histórico, tradicional, auténticamente marbellero como es la ermita del Vigil de Quiñones, se encuentre en óptimas condiciones y no en el estado de dejadez que tiene desde hace años? ¿A nadie con responsabilidad en la administración local se le ha ocurrido contemplar la situación del pequeño templo? ¿Cada año, ninguna persona de las que acompañan al estandarte de San Bernabé, al pasar por esa calle, se ha percata de ello? ¿Ayer, cuando pasaron nuevamente, un año más, por el enclave, que se encuentra junto a la valla delimitadora del parque, nadie vio como está ese lugar? Simplemente espero que si…