Oscuridad

Lo he podido comprobar como cualquiera de los vecinos (lectores). En Marbella, desde hace mucho tiempo, existe un enorme déficit de iluminación en numerosas calles. Ya no es algo que pudiera ocurrir en ciertas vías de determinados barrios residenciales, es que en este espacio de opinión se ha hablado de ello en alguna que otra ocasión, la principal arteria de la ciudad adolece de una lumínica acorde con su importancia (ver La Trastienda “Luces para Ricardo Soriano”, de 2/09/2013, hace más de dos años). 

Otro ejemplo de ausencia lumínica lo presenta el llamado Boulevard Príncipe Alfonso de Hohenlohe. Desde luego, de noche no puede hablarse de Milla de Oro, porque la oscuridad es más que evidente. En las imágenes que ilustran este comentario de hoy no se aprecia realmente la verdadera situación en cuanto a la claridad en ese tramo, de lo que antes fue la CN-340, pero ahora es una importante vía de comunicación local entre el casco urbano de Marbella y Puerto Banús. Las farolas existentes desprenden un halo de luz ciertamente escaso y es algo que debería preocupar porque se trata de una avenida con una importante circulación, con establecimientos de hostelería y ocio frecuentados, etc.



Pero si volvemos a ciertos lugares dentro del casco urbano de Marbella, un punto que especialmente ha llamado mi atención en cuanto a la oscuridad existente es la calle Profesor Morales Marín, que muchos desconocerán por dicha denominación (aunque el nombre responda al creador del Museo del Grabado Español Contemporáneo en nuestra ciudad), pero lo cierto es que casi todo el mundo cree que es prolongación de la Avenida del Mercado, aunque la gran mayoría la identificará porque allí se encuentra el nuevo centro deportivo Miraflores (piscina, gimnasio, etc.). Creo que desde el ayuntamiento, habida cuenta de que esa zona es ahora frecuentada por centenares de vecinos diariamente, deberían llevarse a cabo una serie de urgentes medidas para mejorar las condiciones de iluminación.



Medidas que podrían pasar, no sólo por el cambio de las farolas existentes, sino por la poda de algunas ramas de los arboles que, por suerte, pueblan la zona, pero al mismo tiempo, otorgan demasiada oscuridad cuando cae la noche. Los coches que circulan por esa calle (y personalmente lo compruebo casi a diario), y sobre todo sus conductores, tienen ciertas dificultades para ver nítidamente el estado de la calzada. Máxime cuando se trata de una zona con un peligroso cruce, en tanto que la confluencia de la propia Avenida del Mercado con Av. Mayorazgo ya de por sí es complicado y con una acumulación alta de circulación, y todo ello se une a la referida afluencia de muchas personas al centro deportivo.

Pero, pienso, que será siempre mejor tomar medidas antes de que ocurra algún accidente. Más vale prevenir…



Otro punto, también carente de cierta iluminación, es la Plaza Monseñor Rodrigo Bocanegra, conocida popularmente por el “monumento” (entrecomillado, pero al fin y al cabo, existente), allí instalado, el Pirulí. Bien sea llegando desde el centro o desde San Pedro, la torre que debería dar luz a toda la zona, creo que adolece de cierta iluminación, que al menos recuerdo superior hace tiempo. Otra sugerencia a los responsables consistoriales: repasen y mejoren la iluminación de esa zona, de entrada a la ciudad. Ya que tenemos construida esa torre, al menos que se vea.

Existen más zonas con presencia de la oscuridad en demasía. Pero con estas, por ahí, ya está bien.