Hace escasos días, nuestro campeón sobre la bici Luis Ángel Maté, fue recibido por la alcaldesa con motivo de su gran participación en la Vuelta Ciclista a España así como por su intervención en la ronda gala. Con la regidora habló no sólo del deporte de las dos ruedas, sino de la repercusión de la imagen de Marbella por las carreteras del país, del apoyo recibido por los aficionados en las cunetas, y haciéndose énfasis por parte de Ángeles Muñoz en el deseo de vincular a nuestra ciudad con el deporte (aunque ya lo está…).
Por su parte, el ciclista destacó algo en lo que este pueblo debe ponerse pronto las pilas. Como Marbella24horas.es informó en palabras de Maté, nuestra ciudad es “un lugar ideal a nivel internacional, hay un gran clima, recorridos fantásticos y ojalá podamos traer a cicloturista europeos, que es una modalidad que mueve mucho". Es decir, Marbella podría ser destino de aficionados a la bicicleta, que se unan a los cientos que ya de por sí existen en nuestro término.
Como me gusta el noble arte del “madrugueo” (por devoción, los fines de semana, para hacer deporte entre otras aficiones), suelo reconocer a grandes grupos, debidamente uniformados, con sus bicis formando largas hileras, a lo largo ancho de nuestras avenidas para coger carretera en busca de lugares idílicos (que los hay) alrededor de nuestro término. Las bicicletas, deben estar en la calzada o bien en el tramo de Paseo Marítimo donde se permite la circulación (la zona de albero), pero sin que ésta sea considerada como tramo oficial y puntuable de la contrarreloj o de una clásica como la Lieja-Bastón-Lieja. Lo dije cierto día, un día va a ocurrir una desgracia con algunos “locos” y entonces nos lamentaremos…
Si el Ayuntamiento toma nota de la idea lanzada por nuestro ciclista más internacional, y es algo que debería hacer, podría crear una serie de rutas cicloturistas para, con ello, fomentar precisamente un turismo invernal que aproveche las bondades climatológicas de Marbella y ésta reciba a aficionados a los velocípedos durante la temporada más dura en todos los aspectos, sobre todo el económico. Ya saben, por la mañana ciclismo y por la tarde-noche, las tres C: comida, compras y copas (en su justa medida)
En un reciente viaje por tierras norteñas he vuelto a evidenciar la impresionante afición ciclista existente, y eso que la climatología no es una de las virtudes de esa zona de la piel de toro. Pues bien, pese a ello, pude comprobar como diariamente asturianos, cántabros y vascos cogen sus bicis y enfilan repechos, pendientes, montañas y auténticos macizos a lomos de sus fieles compañeras. No necesariamente los fines de semana, sino un martes por ejemplo. Eso es algo que, sin querer, llama poderosamente la atención.
¿Por qué no en Marbella? ¿No tenemos montaña y sierra, descensos y bajadas, carreteras no tan transitadas que podrían hacer disfrutar a cualquiera? ¿Por qué no crear o bien ayudar a la creación de un centro de concentración ciclista?
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