La niña del columpio

La semana previa a las fiestas patronales ha estado cargada, informativamente hablando, de cuestiones acerca de recuperaciones y restauraciones varias. Si en el anterior artículo de La Trastienda comentaba la noticia acerca de la decisión consistorial de recuperar la derruida ermita del Parque Vigil de Quiñones, el mismo día se hacía pública la restauración de la histórica escultura llamada “La Niña del Columpio”. 

La noticia habla del retorno de la estatua a su lugar original. En lo que la memoria me permite (y puede que esté equivocado en algo), siempre la he recordado en el centro de la Alameda, donde actualmente se sitúa la Fuente Virgen del Rocío. Dicen que hasta ahora, ha estado colocada en la Avenida del Mar. Posiblemente la haya visto en alguna que otra ocasión pero, sinceramente, no la recuerdo… con lo cual, muy a la vista no debía estar.

La evoco en aquellos años (primera mitad de los años 80), en que el céntrico Paseo (que no parque) era el punto de reunión de cientos de niños y niñas que jugaban a “polis y cacos” u otros divertimentos de la época, o las bicicletas inundaban el recinto, en época estival, desde primera hora de la tarde hasta pasada la medianoche. La recuerdo perfectamente, en el mismo centro, rodeada de un barandilla en donde, habitualmente, muchos jugaban a aquello de “Sota, caballo y rey”, apoyándose el primero de la fila en dicha barandilla. Allí, dentro, rodeada de vegetación, estaba La Niña del Columpio.

Nunca he sabido su origen ni el motivo de la estatua, aunque estos días, en alguno de los comentarios de la noticia, he podido leer que se hizo poco después de que una niña sufriera un golpe de uno de esos columpios antiguos de dos plazas, una cunita, y muriera aquí en Marbella. Ciertamente, lo desconozco. Solo recuerdo su ubicación en aquel entonces.

Posteriormente, creo que en la segunda mitad de esa década de los 80, ese columpio se retiró para dar paso a unas fuentes que se instalaron en donde, actualmente, está la grandiosa fuente rociera. Aquellas anteriores fuentes, que en palabras del recordado linense-marbellí Antonio Vega, “parecían tuberías escacharrás”, de no mucha altura, colocadas en sentido norte-sur, y si mal no recuerdo, creo que eran tres. Ya con Gil en el gobierno local, fueron sustituidas por la actual en una de sus primeras medidas, y en sus primeros tiempos poseía un sistema en el que el agua se movía al son de la música que emitían unos altavoces situados en el lugar, aunque hace años que no se escucha nota alguna en ese punto.

Desde este rincón de opinión doy la enhorabuena, no sólo al Ayuntamiento por llevar a cabo la actuación, sino a quien, en los últimos días y a través de las redes sociales, ha impulsado la recuperación de un elemento histórico. Muchos nos hemos alegrado, porque ver a la Niña del Columpio, irremediablemente, nos ha hecho recordar años de nuestra niñez en ese lugar, emblemático, de nuestra Marbella. Ahora, es que los niños, ni van a La Alameda, ni juegan en la calle…