Aldeanos y paletos

Si la pancarta hubiera sido reivindicativa de ciertas cuestiones, me podría parecer lógico (aunque no comparta que se hagan protestas de ciertas cosas en un recinto a donde se va a disfrutar del deporte); si la pancarta hubiera sido de ánimo a sus colores, me parecería plausible; pero que se utilice un partido entre los dos equipos más representativos de la ciudad para insultar, despreciar, humillar y vilipendiar a nuestros vecinos sampedreños, no merece si no la más enérgica repulsa.

 

El deporte es rivalidad, competencia, lucha por la victoria, defensa de unos colores… pero nunca debe ser utilizado para la mofa y la ofensa, mucho menos para la provocación. No sé qué motivo tendrían los individuos esos para calificar de aldea de paletos a San Pedro Alcántara, pero desde luego habría que ver el nivel intelectual y académico de los personajes en cuestión para atreverse a manifestar ese menosprecio para una gente, la sampedreña, que de aldeana y paleta tienen muy poco por no decir nada. Deben haber conocido mucho mundo para calificar así a San Pedro…

 

Lo peor de todo es que la acción de esos tres o cuatro “aguafiestas” consiguió que se haya hablado más de las dichosas pancartas que del auténtico espectáculo deportivo que se vivió en el vetusto municipal, con más de mil quinientas personas para presenciar un derbi local, con el derroche de buen futbol desarrollado sobre el césped. Más grave aún me parece que esa acción no haya sido la primera de un grupúsculo amparado y, seguramente, promocionado, que hace un par de semanas ya intentaron “liarla” con los jugadores melillenses y que, cual valientes y “machotes”, salieron corriendo en cuanto se percataron del sonido de las sirenas de las fuerzas del orden público. Y aún más peligroso me parece que menores de edad aparezcan y se sitúen en el campo junto a los provocadores. Sus padres deberían tomar cartas en el asunto porque mal camino llevan.
 

La noticia, que en este diario Marbella24horas, ha tenido una repercusión de tal calibre que hasta 54 comentarios (más sus respectivos “sube” y “baja”) han acompañado la información, de igual forma que la cuestión se ha multiplicado a través de las redes sociales, pero ello no debe servir para dar coba a unos individuos que pretenden usar el deporte -en este caso, el fútbol- para los desahogos de unas personas que no deben tener mucho más que ofrecer a la sociedad salvo los insultos y los menosprecios.