Ya hemos tenido nueva polémica (aunque es la penúltima) en la ciudad. Desde que publicara la noticia Marbella24horas.es de la convecina que está participando en un programa de televisión (y parece ser que no es el primero) en el que sin duda, no priman capacidades intelectuales de los y las concursantes y afirmó ciertas cosas, se han sucedido los comentarios en la propia página web de este medio, en las redes sociales, y lo que es más serio, incluso ha saltado a la llamada arena política.
En uno de los bodrios de concursos con los que las televisiones nos machacan día si día también, una joven marbellí, tal y como este medio transcribía, afirmó que "soy del PP porque me gusta y punto, y me voy a meter porque quiero un buen puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Marbella el día de mañana, es una de mis futuras salidas, espero y me gustaría que fuera esa, y si no es esa pues la otra, en un zoo o en un tema de conservación de animales en peligro de extinción".
Lo que podría haber pasado de largo sin que nadie cayera en la trascendencia de las palabras, se convirtió días atrás en la comidilla política de la localidad, sobre todo desde que el principal partido en la oposición, exigió explicaciones a los gobernantes acerca de los procesos de contratación dentro del consistorio. Pero el “me voy a meter porque quiero un puesto de trabajo” fue la causa de la referida polémica.
No tardó el PP, tras rastrear sus bases de datos, en confirmar que la concursante que quería “un buen puesto de trabajo en el Ayuntamiento”, no era siquiera afiliada al partido. E incluso, la propia protagonista de la polémica quiso aclarar a través de la red social Twitter “¿Qué hay de malo en que cuando termine mi carrera haga oposiciones, al ayuntamiento o a donde quiera? Es independiente del ideal político” (sic).
Ahora es cuando debemos profundizar en este asunto, al menos en lo que debe quedarnos presente, y no quedarnos en lo superficial (si es afiliada o no, si la alcaldesa explica los procesos de colocación, que haberlos hay los, o de la chica ha sido Dama de Honor en la Feria de San Pedro, o Reina en Las Chapas), aunque las superficialidades mencionadas ayuden a comprender el fondo.
Para mí, lo penoso de este asunto es que una joven, primero se preste a participar en una serie de programas de televisión que, ya de por sí, no es que premien las capacidades intelectuales, eruditas y académicas de las personas; segundo, el tiempo que dedican quienes participan en ese tipo de programas así como sus posteriores y correspondientes “bolos” discotequeros como forma de ganar dinero fácil y rápida por hacer el ganso literalmente, podrían invertirlo en formación, estudio, preparación, etc.; tercero, si ese tipo de vida es lo que propugna como forma de ganarse la vida, mal vamos, es decir, que el ejemplo no es el dinero fácil por salir en la tele tonteando -por no decir otras cosas- con uno y otro. Cada uno puede hacer con su vida lo que le plazca, pero de igual forma, se puede opinar libremente sobre ello, y no creo que todo eso sea el patrón a seguir por la juventud.
Aunque posteriormente, la joven haya querido aclarar que no hay nada de malo en estudiar una carrera y cuando termine, preparar unas oposiciones, debería esforzarse por conocer la auténtica realidad de Marbella. Y esa realidad es que, para trabajar en el Ayuntamiento, la vía legal, es decir, acceder a una plaza mediante un duro concurso oposición, es tan utópico, ficticio e imposible como que a uno le toque la Lotería de Navidad todos los años. Por desgracia para los que sentimos este pueblo, el asunto de la colocación consistorial es una de las mayores vergüenzas que existen en esta Marbella, algo que duele a quienes vemos como han entrado muchos a formar parte de la abultadísima nómina municipal, sin más mérito en muchos casos de estar en cierto lugar, ser amigo de fulanito, ser pariente de menganito… Todo, pese a que me quieran convencer algunos “colocadetes” que han pasado un concurso-entrevista y que entraron con todas las de la ley.
No me vale, nunca me vale, jamás me ha valido la manida excusa del “todos los hacen, todos colocan a los suyos...”. A lo mejor algunos somos Quijotes luchando contra Gigantes en forma de molinos de viento, pero quienes podemos llevar por bandera haber conseguido las cosas por méritos propios, nunca podremos comulgar con esas estúpidas excusas que muchos dan.
Por eso se me revuelven las tripas cuando puedo leer o escuchar afirmaciones tan gratuitas como que le gusta cierto partido porque quiere un buen puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Marbella. Miles de personas quieren un puesto fijo, con un sueldo digno (pese a los actuales recortes), con calidad de vida puesto que tienes (normalmente) las tardes libres, en muchos casos con un nivel de estrés prácticamente inexistente… Miles de personas han estudiado duramente para sacar adelante sus estudios, han hincado literalmente los codos para conseguir titulaciones que deberían permitir el poder intentar acceder a un puesto en la función pública, miles de personas están preparadas para llevar a cabo una labor tan importante como la que se hace desde la administración más cercana… pero en este pueblo muchos han obtenido puestos sin ningún proceso administrativo, sin ningún mérito, sin formación alguna, y ahí siguen... También es cierto que en el consistorio trabajan también personas comprometidas, que han conseguido su plaza de forma meritoria, que te solucionan los problemas con ilusión… eso debería ser lo normal.
Lo que es no es normal, y debería erradicarse de la actual sociedad, es que muchos ingresen en los partidos para obtener puestos de trabajo durante años, lustros, décadas…
Establecer como página de inicio
Añadir a favoritos
