Llevaba el Marbella ya varias semanas jugando mejor que su rival, creando más ocasiones de gol, pero perdiendo. Una situación que, sin duda, ponía en riesgo la continuidad de Padilla, aunque desde el club no habían dado ningún ultimátum al entrenador.
Ya la semana pasada apunté que desde el club se hacía lo correcto, dejando trabajar al cuerpo técnico actual porque el trabajo era bueno. Y además el grupo está con él.
Recuerdo que la última vez que el Marbella despidió a un entrenador que contaba con el beneplácito de la plantilla –Nafti hace dos temporadas- el equipo se desmoronó como un castillo de naipes.
Contra el Recreativo se tuvo la suerte que no se había tenido en jornadas anteriores. Pocas ocasiones para los blanquillos, pero suficientes para que el Marbella volviera a la senda del triunfo.
Y tras el gol, no solo euforia por lo conseguido, sino detalle excepcional y humano de Lolo Pavón y el resto de la plantilla con el cuerpo técnico. El mensaje iba dirigido para todos los que pitan o critican a Padilla y los suyos y es que los jugadores están a muerte con su entrenador y sin duda ese también es motivo de peso para dejarle trabajar.
El Marbella se sobrepuso el domingo a todo, al “run-run” que había sobre los malos últimos resultados que podían propiciar un cambio de entrenador, a un Recreativo que tiene una de las mejores plantillas de la categoría y a un horario erróneo.
Está bien que el club piense en sí mismo, pero poner un partido un domingo a la misma hora que un Barcelona-Betis no parece la idea más acertada a priori. Sin embargo, se logró la victoria y eso siempre hace que todo se vea con otra perspectiva, aunque me consta que han sido muchos los aficionados que piden que no vuelvan a coincidir los partidos del Marbella con los de Barcelona y Real Madrid.
El próximo duelo será en casa y a la misma hora, y no coincidirá con ningún equipo de los grandes, por lo que podremos ver la respuesta de la afición.
Por cierto, en dicho partido entre culés y béticos, debutó en el Camp Nou otro marbellí ilustre como Loren Morón que, curiosamente, se ha convertido en el segundo jugador de Marbella que logra vencer en el coliseo azulgrana. El otro que lo logró también se llama Loren y es su padre. Aunque esta es otra historia.