Había una gran película española del año en el que nací que estaba basada en una obra de teatro de Fernando Fernán-Gómez, Las bicicletas son para el verano. Un film que tenía como elemento clave una bicicleta y la ilusión de un pequeño por conseguirla algún día como premio. Y eso es lo que es para mi y para muchas personas a las que seguro les gustará este post homenaje para un vehículo que, para muchos, ya se ha convertido en su mejor aliada. No voy a hablar de cine, porque no soy especialista en esta materia, sino de la bicicleta en un escenario inigualable, Marbella.
Creo que la bicicleta, y pese a que vivimos en un lugar más que soñado para este medio de transporte, de ocio y también como herramienta de trabajo, es la gran olvidada es nuestra ciudad. He de matizar que para unos pocos. Puedo llegar a entender que por el paseo marítimo (la zona de mármol) no podamos circular los ciclistas plácidamente ya que “espantaríamos” a los turistas y paseantes. Lo que no puedo entender que una señal de ‘prohibido bicicletas’ impere al inicio del trayecto y que los “perritos” (los cuáles me gustan mucho, no digo que no) tengan más derecho a ir incluso sueltos y no se les diga nada a los dueños. ¿Un ciclista que circula plácidamente por el Paseo sin rallar el mármol anclado en la época GIL es más peligroso que un perrito suelto o atado que con su cuerda al extenderse puede hacer tropezar a cualquier viandante?
He de decir que me gusta ver el mar y sentir la brisa cuando pedaleo por este enclave único. ¿Qué no puedo ir montada en bici por el mármol? Pues me voy al albero. ¿Qué ocurre? Masificación de deportistas. No pasa nada voy hasta San Pedro, cruzo la carretera tan peligrosa que lo une desde Puerto Banús y ya me incorporo a los carriles bici. ¿Carriles bici? Han preguntado a alguien cómo debe ser el trazado de éstos para que podamos convivir ciclistas y peatones y podamos disfrutar todos por igual? Y qué decir de los conductores… Y ahora la multa por no utilizar casco en la ciudad… ¿Nos están quitando nuestro lugar? ¿Nuestros espacios?
Creo que este tema es arduo en argumentaciones pero deberíamos tomar nota de gente que sí está concienciada con el tema. Y ya no sólo de la bicicleta como medio para disfrutar del tiempo libre sino de la bicicleta como medio de transporte y uso diario. No tenemos infraestructuras propias, estamos en peligro cada vez que cogemos la bici, se nos persigue como si fuéramos delincuentes y además, no somos modernos. ¿Por qué? Ciudades como Vitoria son un referente en sostenibilidad. Sus ciudadanos están concienciados y han integrado a la bicicleta, ese premio del que hablaba al principio, como uno más del censo. Incluso, si la tomáramos en consideración sería una fuente de ingresos para la ciudad, con un turismo que se mueve sobre dos ruedas.
Hay muchas asociaciones pero desde aquí quiero agradecer a la asociación Marbella Bycivic y a la buena gente que conforma este colectivo de su inmensa labor y, particularmente por enseñarme que la bicicleta va más allá y que hay que luchar por ella. Sus integrantes hacen salidas mensuales los últimos sábados de mes a partir de las 11 de la mañana desde Plaza del Mar para reivindicar este vehículo y compañera que gana adeptos. Tomen nota los políticos, los ciudadanos pero, sobre todo, los responsables de que Marbella esté a la vanguardia en sostenibilidad. Además con la bicicleta todo son ventajas.